A Estrada puso en marcha hace unos años un proyecto para luchar contra el feismo y los edificios en mal estado en el casco urbano. El análisis realizado por los técnicos municipales calle por calle permitió detectar muchos problemas menores pero también otros más complicados. Pandemia de por medio, este proyecto continuó adelante y con algunos de esos temas más problemáticos pendientes de su tramitación. Estos casos afectan a edificios que quedaron en esqueletos y que nunca se llegaron a rematar pero también a otros que se encuentran en un estado ruinosos.

Construcción en la Avenida de Pontevedra. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

En el primer caso, el departamento de Urbanismo ha informado sobre dos esqueletos que deben ser derribados una vez llevan ya décadas construidos sin finalización. Uno se encuentra en la rúa 56, en la entrada de la villa desde Santiago. El otro está en la calle Fermín Bouza Brey y data de comienzos de la década de los ochenta. Los propietarios de ambos ya han recibido una orden de demolición que han asumido. Han pedido sin embargo un plazo más amplio para ejecutar la orden al tratarse de un proyecto costoso, especialmente debido a los materiales peligrosos que deben ser retirados con medidas de seguridad. En Concello ha decidido ampliar ese plazo, aguardando no tener que llegar a una ejecución subsidiaria –en la que ellos realizan el derribo y pasan la factura al propietario–, mucho más larga a nivel de tramitación y más cara.

Esqueleto ubicado en la entrada del casco urbano estradense. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Además, Urbanismo ha iniciado procesos similares con otras tres construcciones de la villa, edificios que quedaron sin acabar o bien en estado ruinoso. Uno de esos edificios está en la Avenida de América. Cuenta con varias plantas y está en muy mal estado de conservación. Otro corresponde a un solar amplio en la rúa Manuel García Barros en el que la firma Dosemas planeaba construcción edificios. El último, inacabado, está en la inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil.

Edificio en la Avenida de América | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Un estudio que dejó 360 expedientes

Casas en la rúa Manuel García Barros. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

El departamento de Urbanismo llevó a cabo en el 2020 un estudio de todas las viviendas y solares del casco urbano estradense. El objetivo era analizar el grado de conservación y mantenimiento de todas las fachadas y muros para detectar posibles peligros de desprendimiento, además de intentar poner freno al feísmo en casos extremos. Este estudio terminó generando 360 informes. El grueso de las fichas –en torno al 90%– se corresponden con bajos que nunca se llegaron a acondicionar para el uso comercial y se cerraron con ladrillo o bloque sin revestir o con cierres que también están inacabados. Existen sin embargo otros casos más graves como los ya notificados. En algunos fue necesario incluso acordonar las fachadas por el peligro de desprendimientos.