La vida se abre paso entre los conflictos incluso en el que tiene a la invasión rusa de Ucrania como principal foco informativo desde hace semanas. El colectivo de ucranianos refugiados en el municipio de Lalín cuenta desde ayer con un nuevo miembro. A las 14.36 horas venía al mundo en el CHUS de la capital de Galicia Arati, la hija de Damodar y Emilia, que llegaron a la capital dezana el pasado 12 de marzo a bordo del autocar solidario fletado por el Concello. Aunque los padres no quieren darle notoriedad al asunto, esta Redacción sí que ha podido confirmar que tanto el bebé como su madre se encuentran en perfecto estado.

La historia de Emilia y Damodar, padres de la recién nacida, nos lleva hasta la ahora sitiada y desbastada Járkov. Allí vivían los dos hasta que les sorprendió el conflicto armado cuando él trabajaba en la ciudad polaca de Cracovia. A partir de ese momento, la pareja hizo lo imposible para encontrarse mientras los tambores de guerra empezaban a sonar por todo el país. Afortunadamente, Damodar se pudo personar en la frontera polaca para recoger a su mujer embarazada y, después, conseguir plaza en el autocar de Meijide que partiría días más tarde con destino a Lalín. La presencia de una embarazada entre el pasaje hizo que el regreso de la expedición dezana sufriera algo de retraso. “Tardamos un poco en salir porque llevamos a bordo a una mujer embarazada que sale de cuentas en quince días y estuvieron mirando como sería el viaje de vuelta, porque precisa estirarse de vez en cuando”, explicaba entonces Eva Vázquez Lima, periodista de Antena 3 empotrada en la expedición que llegaba al albergue de Mouriscade sin novedad.

La extraordinaria situación por la que atraviesan los padres de Arati les llevó la semana pasada hasta la capital de la provincia para iniciar los trámites para regularizar su estancia en España. A pesar de lo avanzado de su gestación, Emilia acompañó a Damodar en su viaje hasta Pontevedra para agilizar el papeleo que conlleva esta medida. La pareja junto a su hija seguirá habitando en una de las viviendas sociales del Manuel Rivero que ocupan desde el primer día que llegaron al municipio lalinense.