La residencia de Vila de Cruces registrará hoy miércoles ante el Concello un escrito por un incidente que se repite por tercera vez en un año. La directora del centro, Rocío Carbón, explica que cada vez que se produce un aguacero el centro detecta un olor a gas muy fuerte, hasta el punto de que en una ocasión hubo que evacuar a los internos a otra planta del edificio. Tanto ayer como en las dos ocasiones anteriores contactó con el gobierno de Luis Taboada, pero el Concello no revisó la situación. Ayer un fontanero abrió varias alcantarillas del casco para que saliesen los gases, de modo que sí se redujo la carga en la residencia. Esta situación se ha dado también en una ocasión en la escuela infantil. Carbón teme que vuelva a producirse esta situación cuando los internos están durmiendo en sus habitaciones, y explica que el fontanero le indicó que lo recomendable sería dejar una alcantarilla abierta, pero para ello precisa autorización del Concello y además que se señalice, para evitar cualquier percance. Recalcó que es necesario además limpiar las alcantarillas y colocar un sifón, para evitar que los gases vuelvan a emanar en el centro.