A mediados de noviembre, la Fundación Roberto Rivas, junto a los Concellos de Lalín y Silleda y la Diputación, celebró las Jornadas DO Territorio. Las conclusiones de sus talleres de trabajo están recogidas en el informe Retos y soluciones en la comarca do Deza, disponible en su web.
Las propuestas para relanzar la economía comarcal analizan tanto la agroganadería y el sector forestal como la industria, la energía, la movilidad y la biotecnología. El sector primario, uno de los pilares económicos de Deza, adolece de problemas como la falta de formación especializada para las mujeres y los jóvenes, o tierras abandonadas por falta de relevo. Pues bien, es necesario contar con formación para los dos colectivos mencionados, poner en marcha un Marketplace (una tienda virtual con productos de distintos negocios) y fomentar la creación de cooperativas de servicios. En cuanto a esos terrenos a yermo, el informe apuesta por un banco de tierras comarcal, la cesión de terrenos horto-frutícolas o incentivar la cesión de propiedades. De algún modo, algunas de estas iniciativas ya tienen espejo, como la plataforma Mercalalín (que no logró la repercusión deseada) o el Banco de Terras de la Consellería do Medio Rural.
Baños de bosque
El informe quiere además potenciar proyectos de turismo experiencial, que combinen la ganadería y el medio ambiente. Y aquí saltamos al sector forestal, donde esos talleres de trabajo de noviembre detectaron retos a superar como el abandono del monte y la consecuente pérdida de biodiversidad. Así que propone medidas de impacto rápido, como proyectos de silvopastoreo y la organización de eventos como baños de bosque o rutas interpretativas. Sería conveniente, también, una planta de transformación de biomasa (como la que contemplaba Silleda para su red de calor). En este apartado forestal, las conclusiones del taller ven como de poco interés crear un parque de maquinaria comarcal. Lógico, teniendo en cuenta que ya existe el de la Mancomunidade Terras de Deza.
Decíamos que el sector agroganadero es un pilar de la economía dezana. Otro es el comercio, venido muy a menos desde la recesión de 2007. Para este sector la Fundación Roberto Rivas aporta soluciones como fomentar las compras en los negocios locales mediante bonos de comercio (una idea similar a la que propuso Compromiso por Lalín durante la pandemia sanitaria). También es necesario actualizar la imagen del comercio local para acabar con tópicos como que es más caro o que está menos actualizado que otras superficies. El comercio y las plazas de abastos, según el informe, también pueden verse beneficiados con bonos entregados a entidades e iniciativas que hayan fomentado el reciclado.
Estas propuestas para el comercio están englobadas en el sector de la energía y el medio ambiente, donde hay una serie de retos a salvar como el impacto de los aerogeneradores o la contaminación de aguas (con purines, con fertilizantes o con lixiviados de minería). El informe recoge alternativas como promocionar comunidades energéticas autosuficientes o activar una red de municipios que luchen por la sostenibilidad del agua. Menciona, también, el fomento del almacenamiento de energías alternativas.
Más iluminación en el rural
Y hablando de energía, las Jornadas DO Territorio detectaron aldeas con mala iluminación. No es el único problema del rural: tiene aceras en malas condiciones, carece de señalización para ciclistas o personas que se mueven a caballo y en muchos casos carecen de paradas de autobuses. Y si hay bus, suele ser caro. Así que deberían activarse bonos para abaratar el transporte público, mejorar tanto la movilidad de las personas con diversidad funcional como la sinaléctica y la iluminación. Los participantes coincidieron en la necesidad de un plan integrado de movilidad para la comarca.
Leche para tejidos y ladrillos de plástico
Los plásticos agrícolas y el aceite fueron temas a abordar en varios sectores. Desde el apartado de biotecnología, el informe recoge distintas propuestas para reciclar estos materiales. Así, con los plásticos pueden fabricarse ladrillos, usando cemento y un aditivo químico. En cuanto a los aceites, pueden emplearse para fabricar jabones, además de tener un segundo uso en la elaboración de biodiésel o detergentes.Y también hay vías para la leche excedentaria de las explotaciones: puede servir tanto para fabricar tejidos como para producir fitosanitarios. Por supuesto, otro destino sería como alimento en piscifactorías.
Y quien habla de leche, habla de las mondas de patata, que tienen un gran potencial en el uso de la cosmética por su contenido de minerales y vitamina C, o de los huesos de frutos, que pueden reciclarse en accesorios. Aunque en estos dos casos, no serían proyectos relevantes para la comarca.
Santuarios de animales
Sí tienen bastante más impacto medidas de almacenamiento temporal de purín e iniciativas para emplearlo en la producción de biocombustible. También puede ser útil una reagrupación parcelaria para aprovechar aquellas parcelas que se cultiven siguiendo ciclos y que pasan temporadas en barbecho. Por último, menciona la creación de ‘santuarios’ de animales que ya no resulten rentables en explotaciones pero que pueden vivir en granjas escuela para la concienciación ambiental.
