La Xunta impuso el año pasado tres sanciones a dos concellos dezanos por vertidos derivados de deficiencias en el funcionamiento de sus depuradoras. La normativa establece que en caso de que no se pueda identificar una responsabilidad externa serán las administraciones públicas titulares de las infraestructuras las que deban asumir las consecuencias. El pasado 2021 fue uno de los más críticos para dos de los principales ríos de la comarca y tanto el Asneiro como el Deza aparecieron cubiertos de espuma y otros residuos aparentemente orgánicos en demasiadas ocasiones.
En la vetusta Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Botos (Lalín) se puso el foco en varias ocasiones por los persistentes episodios de vertidos al Asneiro. Pues bien, Aguas de Galicia confirma que durante el pasado curso fueron dos las sanciones remitidas al Concello por vertidos imputados a esta depuradora; bien por carencias en su funcionamiento en el tratamiento de las aguas previo a su salida al río o debido a la filtraciones. La administración municipal hizo frente a una multa por importe de 5.000 euros y otra que ascendió a 4.000. Desde el departamento dirigido por Ethel Vázquez se explica que los ayuntamientos tienen potestad para repercutir esas multas, por ejemplo, en las empresas concesionarias del servicio en caso de que encontrase argumentos de peso para imputarle una mala praxis en el servicio. En este caso no trascendieron actuaciones en este sentido. No se aclaró si el vertido corresponde a aguas blancas (de la lluvia) o se debe a la incapacidad de la EDAR para gestionar un volumen determinado procedente de la red y en consecuencia el proceso de depuración no se produce.
Por otra parte, Aguas de Galicia concreta que a la administración municipal cruceña le fue impuesta una sanción económica de 5.000 euros por un vertido al río Deza procedente de la depuradora de Losón. En este caso, los hechos denunciables también se produjeron durante el pasado curso.
Y, finalmente, la Xunta también sancionó a una explotación ganadera de Lalín por un vertido. El montante económico de la multa ascendió a 1.500 euros.
Problemas en las dos depuradoras lalinenses
Las carencias de las dos principales depuradoras de Lalín aparecen plasmadas en un informe elaborado por una consultora para Augas de Galicia entre los meses de abril y julio del año pasado. En ambos casos la firma Adantia califica como “deficiente” la valoración global de la calidad de la explotación. Incapacidad para gestionar el volumen de material, niveles de depuración por debajo de los mínimos de calidad, carencias en los mecanismos o la falta de gestión de lodos son algunas de las cuestiones reparadas. La evaluación de la de As Cavirtas concluye que el caudal medio tratado –se practicaron cuatro tomas de muestras y dos visitas entre el 6 de mayo y el 7 de julio pasados– estuvo por encima del caudal de diseño. El líquido sometido a los procesos de depuración superó una de las cuatro veces los parámetros mínimos de calidad exigidos. “En general se logran rendimientos de depuración bajos”, alerta el informe. Entre las incidencias más destacadas se apunta por ejemplo a problemas en concentrador de grasas, que por el aspecto y olor, podrían ser compatibles con algún vertido de purín”, avisa. O presencia de “importantes espumas blancas, compatibles con una respuesta biológica ante un vertido”. La EDAR de Botos fue sometida también a cuatro análisis de agua bruta y tratada y la mitad incumplen los parámetros de depuración. A diferencia de la del Pontiñas, el caudal medio tratado se situó “muy por debajo” del volumen para la cual fue diseñada y puesta en funcionamiento hace 22 años.