La valedora de San Salvador de Camanzo

María Belén Iglesias López promueve los encantos de su parroquia tras ser sacristana y guía turística del templo religioso del siglo XII

María Belén Iglesias es peluquera y, hasta hace unos días, guía y sacristana en el monasterio de San Salvador

R. V.

Oyéndola hablar de San Salvador de Camanzo dan ganas de organizar una excursión para apreciar el valor artístico y patrimonial de una construcción religiosa necesitada de una remodelación a fondo. María Belén Iglesias López, de 48 años y nacida en Camanzo, vive en Gres, donde regenta una peluquería, pero su ilusión es poner en valor la singularidad de su tierra. “Estamos rodeados de mucha riqueza cultural y creo que no demasiado reconocida, la verdad”, señala esta madre de un hijo que juega en las categorías inferiores del SD Cruces, y que se define a sí misma como una “mujer a la que le encanta la vida en general”. Belén Iglesias llegó a aglutinar las tareas de sacristana y guía turística por su cuenta en el templo del siglo XII:

Hasta hace 15 días era guía en las ruinas del monasterio del Divino Salvador de Camanzo que “debido a mi agenda de trabajo en la peluquería solía adaptarlas a mi horario. De hecho, las ponía cuando cierro la peluquería, sobre la una y media o así”, explica. Sin embargo, asegura que en estos momentos le resulta muy complicado compaginar tantas facetas, por lo que ya tiene sustituto en lo que a las labores específicas de sacristanía se refiere. “También enseñaba Gres, que es en donde vivo, porque después de la visita les hablaba a las personas que venían de visita de las islas de Gres o la Fundación Xosé Neira Vilas, así como del puente romano donde tuvo lugar un episodio de las guerras napoleónicas. También les indicaba dónde comer y dormir en la zona para que aprovecharan su estancia por aquí”, añade.

Belén Iglesias es consciente que su tarea como sacristana no pasó desapercibida para propios y extraños: “Lo de sacristana siempre llamó mucho la atención, eso es cierto. Yo fui criada en una familia muy religiosa y muy católica. Siempre colaboré muchísimo con la Iglesia y desde muy pequeña además. Mi madre era una persona muy comprometida e incluso fui catequista. De todas formas, aunque también tuve que dejar la sacristanía, yo sigo queriendo poner en valor el monasterio de Camanzo. Hace dos años el anterior sacristán dejó su función y como yo siempre voy de la mano de los vecinos, y también cuento con la ayuda de la Xunta a la hora de revalorizar el monasterio, entonces me puse yo”. En este sentido, reconoce que lo que más le gustaba de esa etapa fue “lo que tenía que ver con las visitas al cenobio. En la última visita que realizó el conselleiro se interesó mucho por esta puesta en valor del monasterio de Camanzo. No hay que olvidar que también tenemos una cepa centenaria e incluso se conserva el antiguo lagar donde los monjes hacían el vino para sumar al atractivo de este edificio”. Y en lo que se refiere a la función de sacristana del templo, Iglesias destaca que se encargaba “desde tocar la campana hasta atender los entierros. También me gustaba mucho preparar la iglesia para las fiestas”.

A pesar de haber dejado de forma momentánea su labor divulgadora, Belén Iglesias quiere dejar claro que “mi objetivo es conseguir que el monasterio de Camanzo sea conocido si puede ser en todo el mundo. Pretendo que la construcción se arregle y se mejore para poderlo mostrar el público en todo su esplendor. Está previsto que la consellería haga una importante inversión y creo que lo darán a conocer en breve para recuperar la cepa, arreglar el tejado de varias construcciones y también el lagar. Mi sueño también pasa porque se pueda volver a desviar el antiguo camino que unía Lugo con Santiago, el denominado Camino Real, que pasa por Camanzo. Tampoco me quiero olvidar de la Coral de San Salvador de Camanzo, que es uno de los iconos de este lugar. y son otros de los que a donde van dejan el pabellón de esta parroquia muy en alto”. Y todo esto espera poder conseguirlo junto al resto de sus vecinos.

Uno de las últimas anécdotas que vivió como sacristana de su parroquia fue la sucedida el pasado mes de junio. Iglesias bromea diciendo que fue la “única que se dio cuenta” de que entre los fieles de una de las misas estivales en la iglesia de San Salvador se encontraba José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid. El regidor municipal de la capital de España, que al parecer tiene amistades en Gres, también recibió la Comunión con la ayuda de la sacristana. Almeida aprovechó la realización de un tramo del Camino de Santiago para hacer parada y fonda en Camanzo.

Moda y motocicletas

Entre las múltiples facetas de Belén Iglesias se encuentra, también, su gusto por la moda, la naturaleza y las motocicletas, algo que se puede comprobar visitando sus distintas cuentas de las redes sociales. Al respecto indica que “en las redes sociales me gusta dar a conocer la cantidad de mujeres que siempre hay en una misma persona y que son todas reales. Yo muestro lo que soy, ni más ni menos. Me encanta la moda –colabora con una conocida tienda de ropa de Lalín– e incluso diseño mi propia ropa interior”, dice. Y en cuanto a las dos ruedas, desvela que los ejemplares que utiliza son “motos del padre de mi hijo que las tengo yo en mi casa porque él no tiene mucho tiempo para disfrutarlas y están a mi servicio”. Entre ellas se encuentra un modelo infantil de motocross con el que su hijo también suele hacer deporte. Instagram (@berry_iglesias) se ha convertido en una plataforma ideal para Belén Iglesias, donde esta vecina de Camanzo muestra sus variados gustos y, por supuesto, presume de las excelencias de un lugar donde la historia, el arte y la tradición caminan de la mano junto a sus vecinos.

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