Y de los refranes, a los eslóganes. “De San Amaro a San Valentín, mes do Cocido en Lalín” fue el lema escogido hace 24 años para promocionar el plato típico justo antes de la multitudinaria feria. “Estamos satisfechos de cómo funciona el Mes do Cocido, que en realidad es ya todo el invierno”, admitió el alcalde, José Crespo.

Este año participan 18 locales en el Mes do Cocido, con precios por plato que se mueven en una horquilla de 22 a 45 euros. Así, ofrecen cocido todos los días: Casa Currás (30 euros); Cabanas (38, aunque preferiblemente con reserva); y La Molinera (salvo los miércoles, con el plato a entre 35 y 45 euros). Hay cocido los fines de semana, y el resto de días mediante reserva, en el Pazo de Bendoiro (40 euros) y As Vilas (26). En Parrillada Taboada se servirá cocido los sábados, con reserva, y el precio por comensal es de 26 euros. En los siguientes negocios es preciso reservar de antemano: A Taberna de Vento (25 euros); Bar O Polo (27 euros); Bar Restaurante Suso (27); Hotel Parrillada Villanueva (de 30 a 35 euros); Hotel Pontiñas (25); Mesón O Cruce (30); Pensión Las Palmeras (28); A Estación (27); Casa do Patrón (25); Casa Pablo (22); Onde Antonio (25) y La Robleda (27).

Postres tradicionales

El compromiso de calidad de estos restaurantes del Mes do Cocido implica que deben elaborar el plato según la receta oficial del Cocido de Lalín, que la carne de cerdo estará debidamente curada y ahumada y que los productos empleados son de primera calidad. Además, los postres tienen que ser sobremesas tradicionales gallegas. El díptico del Mes do Cocido ofrece además una relación de establecimientos colaboradores, carnicerías y locales donde comprar pan, miel o queso.

Uno de los cerdos de la Lalín Pork Art, en una calle del casco urbano. Bernabé/Javier Lalín

Crespo, acompañado por los concejales Avelino Souto y José Cuñarro, presentó además el pin do Cocido, que recibirá cada comensal durante este mes y que recrea el cartel que diseñó para este año el escultor cambadés Manolo Paz. Su propuesta entrelaza diversas partes del cerdo, como la cacheira o las orejas, y emplea como colores fundamentales el azul y el verde., en recuerdo a los colores de la bandera gallega y del escudo lalinense, respectivamente.

El regidor quiso poner en énfasis la relación que mantiene Lalín con los escultores cambadeses, puesto que de allí son también Francisco Leiro, que diseñó el cartel del Cocido de 2020, y Francisco Asorey, que firma dos de las esculturas más emblemáticas de Lalín: la del aviador Loriga y la de Ramón Aller. Crespo recordó cómo Leiro acostumbraba a tomar un autobús hasta Lalín solo para contemplar estas dos creaciones. Sobre Manolo Paz, indicó que junto a Leiro y paco Pestana (que también fue cartelista de la cita gastronómica de Lalín en 2021), está entre los mejores escultores gallegos.