Axia nació en Caldas. Corría el año 2008 y en aquella época era extraño ver en Galicia pastores belgas malinois como ella. El destino quiso que su camino se cruzase con el del estradense José López Louro, un amante de los perros e integrante del Grupo de Cans de Rescate (GCR) de Protección Civil de A Estrada. Desde el primer momento, el entendimiento entre ambos fue total. “Era una perra muy inteligente y con mucho carácter. Una perra especial. Siempre tuve un vínculo muy fuerte con ella”, reconoce José López Louro al recordar a la compañera de la que ha tenido que despedirse después de trece años juntos. Axia falleció después de una enfermedad que le puso las cosas complicadas este invierno. Se fue sin embargo dejando su huella en el mundo de los perros de rescate, tanto a nivel competitivo como participando en un gran número de búsquedas de personas desaparecidas durante seis años.

El binomio se abrazada tras una búsqueda. |

Axia se integró en el grupo de perros de rescate estradense con dos años tras la preparación previa con su guía y pronto comenzó a destacar. El binomio estradense fue acumulando acreditaciones y reconocimientos hasta convertirse en una referencia a nivel nacional en trabajos de búsqueda. López Louro señala que esa fue la labor más importante que Axia realizó.

Ese trabajo se veía complementado con otro que la colocó bajo los focos, la competición. “Era muy buena en lo que hacía y eso nos terminó a recorrer toda Europa llevando el nombre de A Estrada”, recuerda Louro. El binomio terminó participando en cuatro campeonatos del mundo. Axia se llevó además el honor de ser la primera perra española en superar con éxito los exámenes del Mundial de la IRO en estructuras colapsadas, algo que hizo además en dos años consecutivos. La primera vez fue en Eslovenia, en el que terminaron siendo los número 12 del mundo y la segunda en Dinamarca, con un puesto 14 final.

En el año 2016 sin embargo llegó la disolución del grupo de perros de rescate de A Estrada y con ella la retirada de Axia. Durante un tiempo el binomio siguió trabajando en diferentes actividades, aunque finalmente Louro decidió darle un retiro después de “muchos kilómetros al hombro”. “Llevaba unos años haciendo lo que quería. Se lo había ganado”, afirma su compañero de viajes.

Louro se mostró contento sin embargo de que Axia se fuese “dejando su sangre por el mundo adelante”. En diciembre del año 2015 Axia alumbró una camada de cinco cachorros, tres machos y dos hembras. Algunos de ellos se marcharon fuera, mientras que otros quedaron aquí. Ahora, uno de sus hijos está a punto de recoger el testigo de su madre debutando en un Mundial.

Louro destaca el valor de esta raza de animales, que descubrió con Axia y que ya no abandonó. Su siguientes perros, con los que sigue trabajando, fueron todos malinois. Ninguno sin embargo podrá llenar el hueco de su gran compañera.