En alemán, cementerio se dice Friedhof, que significa literalmente “campo de paz”. Y es un concepto muy en línea con la futura ampliación del camposanto de A Romea. El proyecto para la ampliación de la Fraga do Alén que firman Martín Toimil y José Abel Mato busca un gran parque natural, que ocupará 32.000 metros cuadrados. La superficie actual es de 16.410, así que se incrementará en otros 15.394, en una parcela limítrofe al este que ya es titularidad del Concello desde el mes de mayo. Incluye un parque que tendrá senderos y en el que el bosque autóctono existente y el cementerio irán fundiéndose.
Ahora mismo, A Romea tiene 4.100 plazas, casi ya agotadas. La ampliación contempla 240 bloques, cada uno con nueve nichos aéreos, lo que supone 2.160 nichos más. Delante de cada grupo de tres nichos verticales irá un osario y, si por cada bloque hay 3 osarios, serán en total 720. El proyecto contempla además, columbarios continuos en el muro oeste, ya que esta zona quedará libre al quitar el seto de coníferas.
Remodelación de la capilla
La memoria del proyecto recalca que Fraga do Alén busca el concepto de “reencuentro con la naturaleza, de unir el ser humano con la tierra”. Por eso, habrá un lago-escenario sobre el terreno natural, que llevará el nombre de la poetisa Xela Arias. Fraga do Alén rendirá, además, homenaje a las mujeres víctimas de violencia de género, con una escultura, y los distintos espacios del enclave llevarán nombres de mujeres ilustres.
Habrá dos entradas, la principal, que es la actual y que contempla la remodelación de la capilla y la colocación de una marquesina para resguardarse de la lluvia, y otra, más “romántica”, que coincide con esa red de senderos y que contará con bancos. Se construirán nuevos aseos (los actuales pasan a ser almacén) y los niños dispondrán de una zona de juegos con distintos elementos. Además, en la zona sur, junto a robles de gran porte, habrá un parque exterior.
El presupuesto base para estas obras, con IVA incluido, es de 1,80 millones de euros.
