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La Navidad deja un buen sabor de boca en el comercio pero arroja un gasto menor por cliente

A Estrada nota el consumo de emigrados que regresaron para pasar las fiestas | Lalín confirma que las redes sociales surten más efecto que la plataforma de internet

Clientes en una tienda de ropa de Lalín, en las primeras jornadas de rebajas. / BERNABÉ/ANA AGRA

No fue la campaña navideña que pintaba tan bien a comienzos de noviembre, cuando la sexta ola de coronavirus y sus restricciones aún estaba por llegar. Pero, una vez rematadas las fiestas y ya inmersos en las rebajas, los colectivos de comercios de las comarcas hacen balance y la mayoría coincide en que las ventas fueron “aceptables”, gracias al consumo vinculado a los regalos de Papa Noel, Reyes y las cenas en familia de Nochebuena, Navidad y también el 6 de enero.

Tanto la vocal de Comercio de la Asociación de Empresarios de Deza (AED), Meritxell Silva García, como el presidente de la Asociación de Comerciantes da Estrada (ACOE), Alfredo González Otero, indican que las ventas estuvieron paralizadas durante la primera quincena de diciembre. “En noviembre, sí hubo un aumento de ventas, por el miedo a que los locales nos quedásemos sin mercancía”, explica González. Fue también en noviembre cuando los locales hosteleros registraban ya bastantes reservas para las comidas navideñas de empresa. Pero como decíamos, el repunte de casos de COVID tras el puente de la Constitución comenzó a ralentizar la actividad comercial y a anular esas cenas.  Pero, a pesar del virus, los encuentros familiares sí activaron las compras y regalos para las fechas más señaladas. “El pequeño comercio sigue pesando,”, recalca el presidente de la ACOE, que incide en la excelente acogida de iniciativas encaminadas a los clientes, como la pista de hielo con un 15% más de ocupación que hace dos años” o las atracciones colocadas detrás del consistorio.

Alfredo González

“Este año fue muy aceptable, creo que el pequeño comercio sigue pesando”

Alfredo González - ACOE

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A Estrada también notó, a diferencia de las Navidades de 2020, la presencia de vecinos que durante el resto del año residen en País Vasco, Cataluña, Portugal o Suiza, y que en este 2021 sí pudieron pasar sus vacaciones en su tierra natal. “Vino mucha más gente de fuera, y estos clientes primero compran en la villa”, apunta González.

Silvia López

“Nos funcionó bastante bien el sorteo de vales; la gente participó mucho”

Silvia López - ECOS

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Sorteos

Eso sí, el gasto por cliente es inferior al de otros años, “quizá porque tiene menos dinero o por miedo a lo que vendrá”, argumenta Silva. Ese desembolso menor también se constata desde ECOS, el colectivo de comerciantes y empresarios de Silleda. Su presidenta, Silvia López Romero, apunta que en Trasdeza las ventas estuvieron muy animadas por los sorteos a través del denominado Escaparate de Adviento, entre el 1 y el 24 de diciembre, y el reparto de 1.700 euros en 16 vales, de distinta cuantía, para gastar en los locales adheridos. “Funcionó bastante bien” una campaña que, precisamente, demandan los comerciantes de Vila de Cruces. La presidenta de la Asociación de Pequenos Empresarios de este municipio, Lupe Pampín, explica que durante las Navidades sortearon tres cestas y, para Reyes, tres vales de 300, 125 y 75 euros para gastar en locales adheridos. Preguntada sobre las ayudas municipales para sobrellevar la crisis sanitaria, es tajante: “No nos arreglan nada, es mucho mejor que vayan en ayudas directas en vales o bonos para los clientes. Porque si a una persona le toca un vale de 30 euros, a lo mejor hace una compra de 60”. Por eso, Silleda sorteó una ‘paga extra de Navidad’ de 1.000 euros, que entregó días atrás. Y en su momento, fue una de las medidas que propuso Rafael Cuiña, coordinador de Compromiso por Lalín, para dinamizar el comercio de la cabecera comarcal cuando estalló la pandemia.

Lupe Pampín

“Es mejor que haya ayudas directas en bonos o vales para que los clientes compren”

Lupe Pampín - APEC

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Pampín tiene motivos para quejarse, porque a las ayudas convocadas en diciembre hay que sumar los exiguos 251 euros de subvención para la propia APEC. Al menos, durante el año pasado solo cerró una tienda de congelados en este municipio, lejos del boom de ceses de actividad que hubo otros años sobre todo en alimentación y ropa.

Meritxell Silva

“Las rebajas van lentas al haber vecinos confinados debido al COVID”

Meritxell Silva - AED

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Rebajas sin aglomeraciones

Sobre las rebajas, han arrancado de forma muy suave tanto en Vila de Cruces, como en Silleda, Lalín o A Estrada. Y eso que algunos locales ya se adelantaron a colgar el cartel de descuento antes de Reyes, como ocurrió en el comercio por internet o en centros comerciales y grandes marcas. Pero está afectando, y mucho, la tremenda cifra de casos positivos de COVID. “Hay muchos vecinos confinados y contactos directos, que no pueden salir de compras”, recuerda Meritxell Silva. De ahí que los descuentos de estas primeras semanas no sean agresivos. Y un apunte más: a la hora de darse a conocer a través de internet, al comercio de Lalín le funcionan mucho mejor las redes sociales como Instagram o Facebook que la plataforma mercalalin.gal. “No tiene tirón, no hay ventas” y ni siquiera funciona como un reclamo para que los clientes vayan a la tienda física, apunta la vocal de Comercio de la AED. 

Menos ropa para Fin de Año y más libros para Reyes

Nuestra vida está dominada por internet, pero no tanto como parece. Puede ser más cómodo hacer compras desde el móvil en lugar de ir a probarse ropa a la tienda del barrio, pero por suerte frente al libro electrónico, todavía quedan amantes de las historias contadas sobre el papel e impregnadas del inconfundible olor a imprenta. Así lo confirma la presidenta de ECOS. Silvia López está al frente de la Librería Pily. Explica que este año en Silleda, “Papa Noel fue más pobre en ventas, y Reyes funcionó mejor”, algo que también se detectó en A Estrada. Reyes suele considerarse una buena fecha para regalar libros a pequeños y mayores, y en el caso de la Librería Pily, las ventas por excelencia recayeron en el ganador del último premio Planeta, La bestia, de Carmen Mola. Ahora, en rebajas, la venta de libros no nota esta temporada de descuentos, ya que es un sector que no suele aplicarlos “porque ya tiene un margen muy pequeño de ganancias”. Así que lo que suelen hacer las librerías, como la de Silvia López, es regalar un pequeño detalle a los clientes con cada compra.

Los libros también viven cierta época dorada, gracias al confinamiento al que obliga el COVID en caso de dar positivo. Ocurrió lo mismo en 2020 con la venta de televisores inteligentes. Pero si la pandemia no pudo frenar las ventas navideñas, sí dio al traste con la ropa de Fin de Año. La cancelación de cenas y el toque de no queda desplomó a mínimos sus cifras de transacciones. Y ocurrió lo mismo en peluquerías y salones de estética, con mucho menos trabajo que en años en los que la noche del 31 de diciembre al 1 de enero se vivía fuera de casa hasta el amanecer. 

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