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Las agencias de viaje de las comarcas prevén mejoría tras dos años de caída en las ventas

El último supuso un 55% de bajada de ventas frente al 95% de 2020 | Las Rías Baixas se suman a Baleares y Canarias como destinos más populares | La relajación en las medidas contra el COVID augura un buen verano

En la imagen superior, Juan Rivadulla en la agencia estradense Simply Travel, En la imagen inferior, Manuel Ferradás en Zafiro Tours, Lalín. | BERNABÉ//ANA AGRA/JAVIER LALÍN

Las agencias de viaje de las comarcas del Deza y Tabeirós-Montes cierran el 2021 recortando la caída de ventas desde el inicio de la pandemia en un 40%, recuperándose del 95% sufrido en el 2020, y con esperanzas de recuperar la normalidad en el tercer trimestre del 2022.

Las agencias de viaje de las comarcas prevén mejoría tras dos años de caída en las ventas

Con el final del segundo año desde el comienzo de la pandemia causada por el COVID uno de los sectores más afectados fue el turístico, al verse reducida drásticamente la circulación internacional de personas, especialmente por motivos de ocio. Así pues, después del brutal golpe para el sector que supuso el 2020, parece que las agencias de viaje empiezan a ver la luz al final de túnel con en este nuevo ciclo. Juan Rivadulla, de la agencia estradense Simply Travel, comenta que si bien las ventas no son equiparables a las del último año pre-COVID, el 2019, la situación no es tan precaria como lo fue en el 2020,, “un año tobogán”, cuando no sólo tuvieron que asumir el decrecimiento de la ventas, sino asumir los reembolsos de las numerosas cancelaciones que se produjeron durante y tras el confinamiento, algunos de ellos adelantando dinero que ellos todavía no habían cobrado.

Manuel Ferradás, de la agencia lalinense Zafiro Tours comparte el análisis, y añade que “no fue un año prepandemia, pero fue razonablemente bueno”, en relación al pasado ejercicio de 2021. Ambos aseguran que la gente tiene ganas de viajar, y Rivadulla lo llama “demanda contenida”, puesto que en este caso la situación sanitaria y la incertidumbre son lo único que detienen a los habitantes de las comarcas a la hora de contratar sus vacaciones.

En esta línea, tanto Ferradás como Rivadulla coinciden en que la mejor época fueron los tres meses de verano, en los que si bien hubo algunos momentos de alarma debido a incrementos en los casos, la gente no se desanimó y siguió adelante con sus viajes. Aseguran que las preferencias de los vecinos de Lalín y A Estrada han cambiado, priorizando destinos cercanos, y con especial aumento de interés en turismo nacional o de proximidad, entre los que reinaron las opciones de Canarias, Baleares, y las Rías Baixas. Ferradás confiesa que “el turismo en las Rías Baixas se intensificó notablemente, haciendo que los precios subieran tanto que era más barato pasar una semana en Canarias, que una en San Xenxo”. Añade que algunos vecinos de Lalín pudieron viajar al archipiélago por “un precio tan bajo que no se encontraría ahora mismo”, concretamente una media de 400 euros por una semana, todo incluido. Otro de los factores decisivos para elegir destino también lo son las restricciones de cada país, o protocolos COVID ambiguos, como es el caso de los cruceros, que Ferradás apunta “es la opción menos vendida, debido a la desconfianza”.

Por su parte, Rivadulla adelanta que este año todavía hay demasiada ambigüedad para hablar de ofertas, puesto que mucho depende también de lo que ocurra en la feria Fitur de Madrid, el próximo miércoles 19, ya que “allí se lanzan numerosos paquetes de ofertas por parte de touroperadores, o se hacen públicas nuevas rutas de vuelo”, por lo que Simply Travel aún no tiene cerrado su abanico de itinerarios para este nuevo año.

En este aspecto, amplía que la mayor parte de los vuelos de sus ofertas salen del aeropuerto Rosalía de Castro-Santiago de Compostela, pero que los habitantes de A Estrada no tienen inconveniente en desplazarse hasta Vigo, Coruña o incluso Porto coger aviones.

Asimismo, confiesa que Galicia no tiene tantas rutas abiertas como podría, pero entiende que la situación mejorará una vez “esto se estabilice, y las compañías tengan más seguridad en el mercado”. Y es que la incertidumbre estandarizada que acarrea la situación sanitaria ha afectado al comportamiento no sólo de la clientela, sino también de las compañías que se lo piensan dos veces antes de abrir nuevos itinerarios.

En general, fueron dos años difíciles para el gremio, pero hay motivos para tener esperanza. Desde Lalín, Manuel Ferradás augura “un muy buen verano” como apuntan la relajación en las medidas COVID, y explica que “la gente tiene ganas de volver a la vida”, algo que sucederá pronto, según prevé, cuando “se empiece a ver el virus como algo con lo que convivir, y no algo que nos paralice”.

El parón de las bodas afecta al sector turístico

El parón en la celebración de bodas ha sido un estacazo para muchos sectores de la economía española, entre ellos el turístico. Los viajes de luna de miel abarcan un considerable porcentaje de las contrataciones anuales de las agencias de viajes de las comarcas, ya que son viajes de mayor envergadura, según apunta Juan Rivadulla. Manuel Ferradás amplía que “la gente suele optar por viajes más largos, a destinos más exóticos”, por los que todo ello resulta en itinerarios más caros, y mayor facturación para los negocios. Este tipo de cliente ha bajado considerablemente durante estos dos años de pandemia, y si bien se llevaron a cabo algunos, estos eran a destinos más cercanos, como especifican desde Zafiro Tours, predominando “viajes a Europa, o algunos países de América”, y Rivadulla añade que “muchos países de Asia, como Tailandia o Japón, que suelen ser populares, estaban cerrados”.

Contratar por internet no es más barato

Otro de los obstáculos a los que las agencias de viajes de las comarcas se tuvieron que enfrentar fue internet. La creencia estandarizada de que si uno mismo contrata sus viajes por internet, directamente a compañías de vuelo, o con alojamientos en viviendas turísticas, se va ahorrar, ha hecho que este sector perdiese parte de su clientela. No obstante, según apunta el estradense Juan Rivadulla desde Simply Travel, “las opciones de internet no son más baratas, es más, a menudo pasa lo contrario”. Manuel Ferradás coincide, y sostiene que “muchos clientes se sorprenden cuando les damos un presupuesto, y es más barato que lo que habían visto en páginas como Booking”. Además, el COVID no sólo les ha traído cosas malas, según confiesa Rivadulla, “mucha gente ha vuelto después de lo que pasó con las cancelaciones en el 2020, quieren sentirse protegidos y respaldados, con alguien que responda”. Y es que en viajar también, a veces lo barato sale caro.


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