La atención personalizada está desapareciendo de las cabinas de peaje de las autopistas y autovías. Las empresas optan por asumir importantes inversiones para habilitar máquinas de cobro con tarjeta o para detectar el sistema de telepeaje [conocido popularmente como OBE por su acrónimo en inglés On Board Equipment] reemplazando así a su capital humano. Este dispositivo llegó para quedarse y cada vez es más común verlo en los parabrisas delanteros de los vehículos, hasta el punto que casi el 58% de los pagos en las vías españolas se realiza por este medio. La tarjeta de crédito es la opción preferente para el 30% y solo 11 de cada 100 usuarios pagan en efectivo.
Así se desprende de un estudio elaborado por la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) referido al año 2019. El pago mediante peaje dinámico se asienta y su crecimiento es constante en los últimos años y la práctica totalidad de las infraestructuras de comunicación de pago españolas ofrece descuentos a sus usuarios por su uso, pero una vez más la AP-53 aparece como la excepción y es la única autopista española de este tipo que no ofrece descuentos a los conductores que abonen sus desplazamientos con este dispositivo. Que la implantación del telepeaje es cada vez mayor es evidente pues en caso contrario no se entendería que la concesionaria de esta autopista ampliase en los últimos tiempos los carriles de sus cabinas de peaje habilitados únicamente con esta alternativa. Autopista Central Gallega (Acega) hace años que comenzó a prescindir de trabajadores de cabina para colocar máquinas u otros mecanismos habilitados para el pago. Tampoco hay que olvidar los reiterados errores de los sistemas de lectura de las matrículas de los vehículos que durante años provocaron cobros abusivos al repercutir al cliente el importe de, en casos, un desplazamiento completo cuando, por ejemplo, solo había realizado el tramo comprendido entre Santiago y Silleda.
Globalvia ostenta el 84% de los activos de la AP-53 –gestionada a través de Acega– y asume la concesión además la AP-9 o las autovías bajo régimen de peaje en sombra A Coruña-Carballo y Puxeiros- Baiona, también dentro de la comunidad autónoma gallega. Bajo el mismo sistema lleva la concesión de tres infraestructuras de comunicación en Madrid y, por otro lado, gestiona la AP-15 (Navarra) y la AP-66, que conecta la provincia de León con el Principado de Asturias. En todas estas vías de comunicación, bien con aportaciones directas de la comunidad autónoma o el Estado, la compañía aplica bonificaciones a sus usuarios. La autopista que une Santiago de Compostela con la comarca dezana es la única en las que no hay ningún tipo de descuento, tampoco por la utilización del cada vez más implantado sistema de cobro.
Subida del precio de las tarifas desde el día 1
Entre 5 y 10 céntimos han subido desde el pasado día 1 los desplazamientos para los vehículos ligeros a excepción de la conexión entre Ribadulla y A Bandeira mientras que en los demás los usuarios ya abonan con el año nuevo los nuevos importes. Los viajeros que utilicen la infraestructura estatal para desplazarse entre la capital de Galicia y Silleda o Lalín han visto como en ambos casos el peaje aumentó en 10 céntimos. Si ya parecía excesivos 12,10 euros por el viaje de ida y vuelta desde Compostela a Lalín, ahora son 20 céntimos más. Las tarifas de una de las autopistas estatales más caras no han dejado de crecer y desde que se abrió el primer tramo, en 2003, sus precios se han encarecido un 77%, una cantidad muy respetable. El precio de la AP-53 es una de las cuestiones que serán analizadas en la junta de portavoces de Lalín que en principio se celebra hoy. Con todas las partes de acuerdo, lo que por el momento no ya tenido respuesta del ministerio es la propuesta de la Xunta y de un grupo de alcaldes, con el lalinense José Crespo al frente, para que Acega aplique los mismos descuentos que los aprobados para la AP-9. PP y PSOE han desaprovechado estas casi dos décadas para mover ficha cuando tuvieron responsabilidades de gobierno en Madrid.
