Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La crisis demográfica mira a los grandes

El concepto de la Galicia vaciada, atribuido a la despoblación del rural, se reprodujo el año pasado en los concellos de mayor tamaño | Solo 9 de 23 fueron capaces de ganar vecinos

Gente en calles de A Estrada. BERNABE/JAVIER LALIN

Cuando se habla de la España o la Galicia vaciada se reproduce en nuestra mente la imagen de un espacio yermo o de vetustas casas de aldea que se caen a pedazos. La crisis demográfica, efectivamente, tiene una mayor incidencia en los municipios de menor tamaño y desde hace décadas ven sin solución aparente como los asentamientos poblacionales se consolidan en la franja atlántico-cantábrica gallega. No obstante, durante el primer año de la pandemia sanitaria, solo nueve de los 23 concellos de primera categoría fueron capaces de ganar vecinos.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo público el pasado día 23 de diciembre el registro oficial de población a 1 de enero de ese año. En las comarcas se contabilizaron 69.035 habitantes, que son 367 menos de los que había al arranque de 2020, y se debe a que todos los municipios, salvo Cerdedo-Cotobade, pierden población. Aún así, esas 367 bajas están entre los descensos de población más leves en lo que va de siglo: en 2020, la pérdida había sido de 178 vecinos respecto al año anterior, y en 2009 fueron 183.

Lalín y A Estrada forman parte del grupo de la veintena de municipios gallegos con más de 20.000 habitantes, pero en ambos casos –la capital de Tabeirós entró en una peligrosa espiral hace unos años– tienen severos problemas para mantenerse a medio-largo plazo si no revierten esta tendencia. La caída poblacional de las dos capitales de comarca debe atribuirse en gran medida a un saldo vegetativo negativo resultante del grado de envejecimiento poblacional solo compensado con unos flujos positivos de entrada y salida de personas. Es decir, cada año los que llegan son bastantes más de los que se van a otros territorios, pues en caso contrario estos dos ayuntamientos hace tiempo que habrían bajado de categoría.

Los municipios pontevedreses de Cangas, Ponteareas, O Porriño y Marín; y los coruñeses de Arteixo, Cambre, Culleredo, Oleiros y Santiago de Compostela son los únicos que mejoraron sus registros censales en un año. Destaca por ejemplo que Vigo y A Coruña, las dos ciudades gallegas más pobladas, cedan más de 2.000 vecinos en cada caso o un millar Ourense, la tercera con más habitantes. En esta veintena de ayuntamientos residen 1,4 millones de personas, pero son 7.400 menos que doce meses antes.

Ya en clave local, la crisis demográfica de Deza y Tabeirós-Montes se agudiza cada vez más y todos sus concellos perdieron vecinos en la última década y de 81.582 que había en 2001 se pasó a 69.035. A Estrada, el municipio más poblado de la zona, vio como su censo caía en 1.955 personas –un 8,8%– y en Lalín fueron 67 y los 330 que cedió Silleda suponen un 3,6%. Pero a partir de ahí los números son alarmantes. Vila de Cruces perdió el 28% del censo que tenía diez años atrás; Rodeiro y Agolada, el 45 y el 48% en cada caso y hasta el 51 Dozón. En Forcarei es el 32 por ciento y el 20 en Cerdedo-Cotobade. ¿Un ejemplo llamativo? La población actual de Agolada es casi idéntica a la que tenía Dozón hace solo una década.

Compartir el artículo

stats