La encuesta estructural a hogares que difundió ayer el IGE permite ver el impacto del coronavirus en la economía y los hábitos de las familias durante el año pasado, cuando estalló la pandemia. Por un lado, el confinamiento obligó a invertir en nuevas tecnologías para seguir trabajando, estudiando o para poder comunicarse con los allegados. Afrontamos mejor los gastos, al socializar menos, pero las dificultades a la hora de encontrar (o mejorar) un trabajo siguen hostigando a miles de familias.
Hay 25.201 unidades
El IGE contabiliza 25.201 hogares en Deza y Tabeirós-Montes. De éstos, 7.993 (el 31,7%) tienen como únicos ingresos las prestaciones sociales. Y hay que pensar que en 2019, esta cifra era de 6.695 hogares, o sea, 1.398 menos. También suben las familias en las que el 75% o más del dinero que entra en casa viene de esas prestaciones: pasan de las 7.566 a las 8.951.
Pero de forma paralela, en la zona nororiental de la provincia durante el pasado año suben las familias que llegan con facilidad a final de mes. En 2019 eran 16.205, y en 2020 pasan a ser 19.423, unas 3.200 más. Esto se debe, como decíamos, a que las restricciones a la vida social durante el confinamiento redujo los gastos. Por eso, también hay menos familias que pasan dificultades para cubrir los gastos del día a día: si en 2019 se contabilizaban 7.534, ahora son 4.539. Y bajan, también, aquellos hogares con mucha dificultad para hacer frente a los recibos: de 1.505 a 1.239.
Esta mejoría en la economía doméstica se da también a nivel provincial, salvo en el apartado de hogares con muchas dificultades para llegar a fin de mes: pasan de los 30.462 a los 34.470. Son 4.008 más.
Y esto puede deberse a que, a escala provincial, los ingresos familiares se han recortado. En 2019, el ingreso medio mensual en Pontevedra era de 2.320 euros, por encima de los 2.231 que teníamos en Deza y Tabeirós-Montes. Y en 2020, las cifras ya están bastante más cercanas: 2.270 para la media provincial y 2.260 para la de la zona. También es verdad que en las comarcas, en un año, esos ingresos solo han subido 29 euros. También suben, aunque poco, los ingresos medios mensuales por persona: de 852 a 868 euros. En cuanto a la mediana de ingresos mensuales (es la cifra central de la lista) desciende un tanto respecto a la media: de 2.065 euros en 2019 y de 2.030 en 2020.
Tasa de pobreza
La encuesta estructural de hogares permite calcular la tasa de riesgo de pobreza. Esta cifra es el porcentaje de personas con ingresos inferior al 60% de la mediana de ingresos. Pues bien, en las comarcas esa tasa es del 11,38%. El año precedente estaba más alta, en el 16,5.
Llegados a este punto, si echamos mano de los datos provinciales, vemos con más claridad el impacto del coronavirus en la economía familiar: los ingresos medios mensuales por persona pasan de 894 a 880 euros. Bajan, pero siguen por encima de la media de las comarcas. Y también desciende la mediana de ingresos: de 2.083 a 2.030 euros. Por eso, la tasa de pobreza ha subido en la provincia: en 2019 era de 15,13% (más baja que en las comarcas), pero ahora está en el 17,26 y, recordemos, la de nuestra zona se mueve en el 11,38.
Y a la hora de hablar de hogares, es casi inevitable no hablar de la hipoteca. De las 25.201 familias que hay en la zona, 2.260 (son el 8,9%) tienen en el pago de la letra el principal gasto del mes. Suponen un ligero incremento respecto a las 2.083 que había en 2019. Este ascenso es común a la situación provincial: de los 67.147 hogares que tenían suscrita una hipoteca en 2019, se pasa a los 68.581. Puede ser que al afrontar el pago de un piso o casa, las familias ahorren menos en otras cuestiones como la alimentación o la reparación de electrodomésticos y vehículos, algo que seguramente quede reflejado también en los datos de este 2021, tras la subida de la cesta de la compra y la escasez de suministros de estos últimos meses. Así, hay 18.069 familias que sí consiguen ahorrar en el súper o en reparaciones, pero es que en 2019 eran casi 500 más, 18.533.
Y de la misma manera que hay menos familias que consiguen recortar gastos, también desciende la cifra de esa contención. En 2020, el ahorro medio en alimentos o reparaciones está en los 78 euros, mientras que en 2019 rozaba los 88. Y puede ser que la vida en las comarcas sea más barata que en otros puntos de la provincia, o que simplemente las familias se contengan más, porque a escala provincial ese ahorro es de 58 euros (20 menos que en esta zona). En 2019 estaba en los 69, es decir, 19 por debajo.
Pareja o monoparental con hijos
Al margen de la situación económica y los gastos, la encuesta estructural a hogares analiza también su perfil demográfico. Por número de miembros, en las 25.201 unidades totales triunfan las monoparentales o de parejas con hijos, con 9.329 casos. Son el 37% del total. La cifra es alta, sí, pero ha bajado en casi medio millar en comparación con los 9.808 de 2019. Por detrás se colocan las parejas con hijos, presentes en 5.827 hogares. Y aquí es donde se da el ascenso más alto, puesto que en 2019 se contabilizaban 5.066. Por lo que se refiere a los hogares unipersonales, son los únicos que descienden, al pasar de 5.389 a 4.866. Son 523 menos. Y también suben los hogares bajo el epígrafe de “otros”: de los 4.980 de 2019 pasan a los 5.178 de 2020. En cuanto a la edad media de la persona sustentadora del hogar, sube a los 56,5 años, mientras que en 2019 estaba en los 54,7. Pero si la persona que trae más ingresos al hogar es una mujer, resulta que su edad media es superior, de 57,8 años. Supera en dos años a la media que se baraja a nivel provincial.
65 años, la edad media de los clanes unipersonales
A nadie se le escapa que estamos ante una población envejecida, que las parejas retrasan la edad en la que deciden tener hijos y que en muchas casas hay más personas mayores que pequeños. Es cierto que han descendido los hogares compuestos por solo una persona, pero en estos, la edad media del morador está en los 65,5 años. Y en toda la provincia, en los 62,52. El IGE ofrece además datos de hogares donde reside al menos una persona en edad de jubilación. En las comarcas hay 8.153 hogares con un integrante de 65 años o más (en 2019 eran 8.082), así como otros 5.579 con dos o más personas que rebasan esa edad (5.289).
Pero al mismo tiempo que suben los hogares con miembros jubilados, también se incrementan aquellos con algún menor de 16 años: si en 2019 eran 4.923 familias, en 2020 llegan a las 5.644. Y aquí el mérito radica, sobre todo, en las familias inmigrantes que han escogido las comarcas como nueva residencia. Tenemos que recordar que durante 2020 hubo 1.885 personas foráneas que se empadronaron en las comarcas.
Triunfa la Smart TV
Decíamos que el confinamiento obligó a invertir en nuevas tecnologías para seguir con el trabajo y los estudios. Pero esas compras también permitieron incrementar las ofertas de ocio en casa. Y basta con que ver los datos de los hogares que disponen de una Smart TV, un televisor inteligente que permite grabar programas o conectarse a internet, entre otra prestaciones. En 2019, en las comarcas había 3.904 hogares con este dispositivo. En 2020 la cifra se disparó un 247,3% para alcanzar las 9.657 viviendas.
También sube, pero de una forma bastante más modesta, la cifra de familias que cuentan con conexión a internet: de 19.126 a 20.751 hogares, que son ya el 82,2% de los 25.201 totales. Eso sí, las prestaciones de tablets, teléfonos móviles y televisores inteligentes dejan casi de lado la necesidad de disponer de un ordenador: en 2019 lo había en 15.285 casas, mientras que en 2020 quedaba en 14.622, es decir, unas 600 menos. Mientras, suben los hogares tanto con consolas (de 2.865 a 3.446) como con teléfono móvil con acceso a internet (de 19.060 a 20.464).
