Lalinense de pura cepa, Conchita Fernández Lamas se ha despedido esta semana de su puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Lalín, donde empezó en noviembre de 1978 como auxiliar administrativa.
–¿Cómo se siente después de estrenar estos días la jubilación?
–Lo cierto es que el tiempo pasa tan rápido que a mi me parece que fue ayer cuando empecé y ahora ya estoy jubilada. Mis primeros días como trabajadora del Concello fueron con el alcalde don Luis González Taboada. Desde entonces trabajé con todos los regidores municipales que tuvo Lalín. Estuve trabajando en Tesorería salvo en los últimos cuatro o cinco años que me pusieron en Intervención.
–¿Qué es lo que se le pasa por la cabeza durante todos estos días que lleva despidiéndose?
–La verdad es que recuerdas todo lo vivido. Ayer (por el martes) estuve con mis compañeras y estuvimos hablando de lo que vivimos hace 20 o 25 años, cuando empezaron ellas porque claro yo ya llevaba allí un tiempo trabajando. Recordamos muchas anécdotas, el tiempo que pasamos allí juntas, lo bien que estuvimos y que nos llevamos entre todas nosotras. Tengo que decir que hasta el día de hoy somos todas muy amigas y eso es algo muy bonito para alguien como yo que ahora tiene que dejar su puesto.
–¿Se ha sentido valorada y reconocida durante todos estos años?
–Sin duda. Desde que se supo que me jubilaba todo el mundo me está dando la enhorabuena y me felicitan de corazón, sobre todo por parte del pueblo de Lalín. Es algo que me emociona porque supone un reconocimiento a toda una vida de trabajo y eso es de agradecer. Me sentí muy contenta y valorada.
–Hay jubilados que dicen que les cuesta iniciar una nueva vida lejos de la rutina laboral. ¿Es usted una de esas personas o no?
–Yo creo que no lo voy a echar de menos en ese sentido. Si te soy sincera, desde hace algunos años ya estaba deseando jubilarme y creo que no lo echaré en falta. Eso sí, echaré de menos a mis compañeras porque no las voy a ver pero el trabajo del día a día, no.
–¿Qué etapa recuerda con más cariño de sus años en el Concello?
–Yo te diría que los primeros 37-38 años. Recuerdo que en esa época iba a trabajar muy contenta. Por el contrario, como te decía antes, en los últimos años estaba yo... no sé, un poco cansada igual y por eso ya pensaba en poder jubilarme.
–¿Cuánto ha cambiado el sistema de trabajo en todos los años que estuvo en el consistorio?
–Por supuesto. Y no sólo por el cambio de lugar desde el Concello antiguo al nuevo. En todos los años que estuve allí los cambios fueron constantes en lo que al método de trabajo se refiere. Ahora, cuando empezaron con estas nuevas tecnologías, en fin un cambio brusco, pero fenomenal porque, sin embargo, me adapté muy bien. No fue fácil pero como a mi me gustaba trabajar, pues lo cogí con mucho cariño y me adapté muy fácilmente.
–¿Ya tiene pensado en qué va a invertir su tiempo como jubilada?
–En primer lugar, voy a levantarme tarde y luego pues mira, a mí me encanta leer y hasta ahora no tenía tiempo, así que aprovecharé para resarcirme. Además, tengo dos nietos preciosos a los que adoro y va a ser un lujo para mí disponer de más tiempo para estar con ellos.
–¿Hizo algo especial en su último día como trabajadora?
–La verdad es que no porque mi último día de trabajo coincidió que estaba de vacaciones. Dejé las vacaciones para el final y aproveché para despedirme del señor alcalde y de parte de los compañeros.
–¿Qué le dijo el alcalde José Crespo en su despedida?
–Me deseó buena suerte a partir de ahora y, también, me dio las gracias por tantos años de servicio. Por cierto, que también hablamos de cómo iba a ser mi vida a partir de ahora con mi jubilación.
–¿Cuál fue el alcalde de Lalín con el que tuvo mejor relación?
–Sinceramente, yo tuve la suerte de llevarme bien con todos ellos. Es más, nunca tuve ningún problema con los alcaldes de Lalín. También tengo que decir que mi puesto –yo soy administrativa– tampoco de estar mucho con ellos porque los veía poco. Pero, insisto, me llevé bien con todos ellos sin distinción.
–¿Cómo se lo ha tomado la familia su nuevo estatus laboral?
–Te lo puedes imaginar. Están contentísimos. Tenemos previsto el sábado celebrarlo todos juntos porque es algo muy especial. Son muchos años, la verdad, y ahora tendré más tiempo para estar con mis hijos, mi marido y mis nietos.
