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La Academia de Belas Artes se une a las críticas de “intervencionismo urbano” en el Castro de Toiriz

Alega que el proyecto de ‘Trazas de Pontevedra’ es “inadecuado” y “descontextualiza la significación arqueológica” de los yacimientos

Estructuras metálicas instaladas sobre el Castro de Toiriz. Bernabé/Javier Lalín

Más voces autorizadas se suman al cuestionamiento de las obras de restauración del proyecto Trazas de Pontevedra , con intervenciones ejecutadas en los castros de Toiriz (Silleda) , Alobre (Vilagarcía) y A Subidá (Marín) en su primera fase . A las críticas del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) y el Consello da Cultura Galega (CCG) –de las que FARO DE VIGO informó el 22 de julio pasado– se suma ahora otro demoledor informe de la Real Academia Galega de Belas Artes (RAGBA) .

Considera este organismo que las intervenciones son “didácticamente poco eficaces y, por excesivas, innecesarias” . Sostiene que los proyectos son “inadecuados” para los tres castros, dada “la escasa información arqueológica previa que hasta ahora han proporcionado los yacimientos” . “Necesitaban de más intervenciones arqueológicas antes de su puesta en valor”, defiende la academia. Añadir que el tratamiento dado a los espacios arqueológicos, desde el punto de vista científico, “no propicia el objetivo básico inicial de 'la comprensión de la articulación territorial de la provincia y de Galicia en la antigüedad'”.

En Toiriz, por ejemplo, solamente se llevó a cabo una prospección geomagnética, por lo que estima la información “muy escasa” . Las construcciones arqueológicas detectadas por el georradar están explicadas mediante “estructuras en forma de mesado con soportes diáfanos”, que “solo se considerarían efectivas si las vemos desde una altitud adecuada, no ras de suelo”. “Pueden generar en el visitante más confusión que ayuda a la hora de interpretar unos restos que no han sido excavados”, concluye. Además, bancos, caminos o pavimentos empleados dotan al yacimiento de un aspecto “excesivamente intervenido, domesticado, más propio de un jardín urbano”.

El informe del Comité Nacional Español del Icomos –vinculado a la Unesco– advierte de la incidencia de la instalación en el subsuelo de vallado, soportes para las señales y mobiliario , así como el tratamiento de los suelos, muros, senderos y otros equipamientos, que “Podrían solucionarse con métodos no agresivos y menos impacto económico, ecológico y ambiental, de ser fácilmente actualizables (edición de guías, información QR)”.

La RAGBA define la actuación en los tres yacimientos como “intervencionismo de carácter urbano”, que “descontextualiza la significación arqueológica de los sitios” y ocasiona “gastos públicos innecesarios” . “Lo urgente y necesario” sería, a su juicio, “seguir paulatinamente en programas de expropiación de terrenos afectados por el interés arqueológico, la limpieza e incluso la deforestación de arbolado que pueda dañar estructuras enterradas y estratos, así como ejecutar la reposición de viejos caminos y singulares vallados ”. Propone, asimismo, el establecimiento de programas de vigilancia permanente y la conservación de estructuras y excavadas, al estilo de los programas ingleses aplicados a los hillforts. Coincide con la solución defendida por expertos en patrimonio como Luis Xulio Carballo Arceo, doctor de la Universidad de Santiago de Comostela y arqueólogo jubilado de la Jefatura de Patrimonio de la Consellería de Cultura en Pontevedra.

El informe de la RAGBA fue aprobado en el pleno académico celebrado el 23 de octubre de 2021 en Cee, a solicitud del presidente de la Asociación Umia Vivo, que también había instado los emitidos por el Icomos y el Consello da Cultura Galega, junto a los colectivos de defensa del patrimonio Irmandade Illa de Tambo, A Forneira y A Nova Terra. Estas agrupaciones siguen a la espera del replanteamiento de los proyectos previstos para los quince yacimientos restantes de Trazas de Pontevedra–Proyecto nacido de un protocolo de colaboración entre la Diputación y el Ministerio de Fomento (hoy Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) para la puesta en valor de dieciocho yacimientos de la provincia, entre los que están el Castro de Toiriz y la villa romana de Porta de Arcos, en Rodeiro–. Insisten en la necesidad de “un plan de emergencia y gestión” del patrimonio arqueológico que garantiza la identificación, señalización y desbroce para evitar daños por los incendios, los trabajos forestales o la implantación de proyectos.

El sistema defensivo de Maiden Castle es claramente visible. | // X.C.A. Xan Salgueiro

Los 'hillforts' británicos, el ejemplo a seguir

La solución por la que aboga la Academia de Belas Artes coincide con la propuesta en estas páginas por el arqueólogo silledense Xulio Carballo , que contraponía las “políticas frívolas e irresponsables” aplicadas a los tres castros pontevedreses con lo que se hace en Gran Bretaña o Irlanda . En una serie de artículos publicados como principios del pasado verano, el experto defiende la conservación de los yacimientos “archivos del pasado, no como elementos turísticos” . “Muchos yacimientos emblemáticos de las Islas Británicas, con un clima oceánico atlántico muy similar al gallego, están conservados como inmensas praderías”, escribía Carballo Arceo. Entre los paradigmas más conocidos estánMaiden Castle (Inglaterra) o la Colina de Tara (Irlanda), por no hablar de los monumentos megalíticos de Stonehenge y Newgrange, también uno en cada isla. El hillfort (fortificación en altura) de Maiden Castle, por ejemplo, es uno de los yacimientos más conocidos más conocidos de la Edad de Hierro, de cuando datan también los castros de Galicia. Sus muros y estructuras de piedra fueron tapados en la década de 1980 ante el deterioro sufrido por mor de las visitas; con todo, fosos, murallas y parapetos son perfectamente visibles sobre el paisaje a lo largo de sus 40 hectáreas. Y no por ello ha perdido atractivo turístico, sino al contrario.Se accede por carretera hasta un aparcamiento para unos veinte vehículos situado a 150 metros del yacimiento. Desde allí, dos caminos de tierra llevan hasta el fuerte prehistórico, que está perfectamente señalizado. Dispone de paneles informativos simples pero didácticos . El único lugar en donde se pueden ver muros de piedra son las ruínas de un templo romano. El resto es una inmensa pradería que deja ver todo el imponente sistema defensivo . Pero no existe ningún elemento arquitectónico deturpador del ambiente rural.

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