A un paso más cerca de la normalidad: vuelven las reservas de cenas de empresa en Navidades

Los restaurantes acogen también comidas de jubilaciones pendientes del año pasado | Pero la continua subida de precios de los alimentos amenaza con dejar a los negocios un margen más corto de beneficios en las fiestas

Cena navideña de comerciantes de Lalín, en 2019.

Cena navideña de comerciantes de Lalín, en 2019. / Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Lalín

Las próximas Navidades no serán como las de los años pre-pandemia, pero casi. Sin las restricciones ni los cierres perimetrales entre comunidades que hubo el año pasado, y con buena parte de la población ya vacunada, los restaurantes van recuperando las reservas tanto para cenas de empresa como reuniones familiares durante las fiestas más entrañables del año.

En algunos casos, como el Pazo de Bendoiro, hubo ya alguna reserva cerrada en septiembre, más temprano que otros años. Su directora, Graciela Vila, señala que el inmueble también tiene en previsión media docena de celebraciones por jubilación. Muchas de estas comidas habían quedado pendientes, precisamente, el año pasado por la situación sanitaria, como apunta Manuel Bascuas, presidente de la asociación Hosteleiros da Estrada. “La gente está muy animada y reserva tanto cenas como cenas-baile”. El grueso de peticiones para las celebraciones navideñas tiene lugar en el presente mes así como en diciembre. Eso sí, algunos restaurantes descartan preparar cenas de Fin de Año, ante la imposibilidad de organizar el cotillón.

Grupos más pequeños

En cuanto al volumen de los grupos que ya están cerrando sus encuentros navideños, Álex Iglesias, chef del restaurante Cabanas, de Lalín, detecta “que son grupos más pequeños que otros años. Hay gente todavía recelosa a salir” a comer o cenar fuera. En este local lalinense, los clientes que desean realizar sus comidas navideñas ya están acordando el menú. Hay que indicar que los negocios consultados indican que los clientes no buscan un menú más económico que otros años. Y sería muy difícil pedir algo más barato que antes de la pandemia, en vista de la continua subida de la cesta de la compra.

Manuel Bascuas es gerente además del restaurante Samaná, en A Estrada. Durante las próximas fiestas, el menú de este local será dos euros más caro que otros años, debido precisamente al encarecimiento de los alimentos por el coste de la energía, de las materias primas y del transporte. Pero es que de aquí a Navidades “no se sabe cómo estará de caro el pescado, el aceite o la carne”, de modo que es muy probable que a los negocios les quede un margen más corto de beneficios, dado que el cliente va a pagar por el menú un precio ya fijado de antemano. La inflación obliga incluso a varios locales a plantearse el organizar o no comidas navideñas, en vista de que esos beneficios pueden ser mínimos.

Así las cosas, vemos cómo esta crisis es diferente de la anterior recesión en que el cliente sí tiene dinero para gastar o invertir. Y sobre, todo, muchas ganas de volver a quedar con amigos, familiares o compañeros de empresa. “La gente tenía muchísimas ganas de salir. Basta ver que en Lalín hay mucho movimiento ya desde hace varios fines de semana”, reseña Álex Iglesias.

Las reservas para celebraciones durante las próximas semanas van llegando, poco a poco, a la hostelería de Silleda. Desde Carballeira do Chousiño, José Luis Fernández, apunta que “comienza a haber alguna reserva para empresas, de comidas más que de cenas, en grupos pequeños”.

Cabe recordar que, gracias a las restricciones y sucesivos cambios de aforo, los restaurantes están ahora más que adaptados a organizar comidas y eventos para grupos distribuidos en distintas mesas. Eso sí, son contados los locales que disponen de un espacios suficiente para albergar, por ejemplo, dos grupos de más 50 personas. Ya durante la pandemia, dejaron caer que las restricciones de aforo suponían un hándicap para su margen de beneficios, dado que los gastos en luz o mantelería, por ejemplo, eran invariables, mientras se rebajaba la cifra de clientela a la que podían atender.

Alumbrado y adornos navideños

Otro de los clásicos de las fechas navideñas son los alumbrados de calles, así como las cabalgatas de Reyes Magos, que el año pasado apenas se celebraron para evitar aglomeraciones. Por lo que respecta a las iluminaciones navideñas en Deza, por el momento es la capital, Lalín, el único municipio que ya ha comenzado a instalar el alumbrado en distintas rúas del casco urbano. La intención es encenderlo a finales de noviembre, para que vaya creando ambiente durante el puente festivo de la Constitución. Lalín contará con 105 arcos y varios elementos singulares, como arcos con mensajes del tipo ‘feliz Nadal’. Habrá, además un árbol de 12 metros en la Praza do Concello. El puente festivo de diciembre es también la fecha que baraja el Concello de Vila de Cruces para encender su alumbrado navideño. El concejal de Festexos, Julio López, indica que ya se han mantenido encuentros con la empresa para determinar el número de luces y arcos, que serán similares a los del año pasado. En otros municipios vecinos, como Rodeiro, el gobierno local está examinando distintas propuestas económicas. En la comarca de Tabeirós-Terra de Montes, su cabecera, A Estrada, también ha sido madrugadora y cuenta ya con todo el alumbrado instalado. Pero, como es ya tradición, el árbol y las figuras más llamativas serán colocados en las jornadas inmediatas al encendido, para reclamar toda la atención posible.

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