Iryda conservará su aparcamiento y la Avenida de Santiago blindará su firme

El casco urbano de A Estrada continúa con el casco puesto. La mejora del estado en el que se encontraban diversas calles céntricas se trasladó en la mañana de ayer a la Rúa Iryda, una de las vías para las que se llegó a plantear un proceso de peatonalización a raíz de la ampliación de la alameda municipal. Sin embargo, además de permanecer abierta al tráfico, la calle conservará el estacionamiento a ambos márgenes, manteniendo las plazas que existían hasta ahora para el sistema de estacionamiento con horario limitado y el mismo número de aparcamientos reservados a residentes (la llamada zona verde). El ancho de la calle no aconseja el modelo de estacionamiento en espiga -con los vehículos en batería- que se pensaba para absorber las plazas que se suprimirán con la humanización de Justo Martínez. A mayores, la Avenida de Santiago se prepara para meterse en obras, una actuación que arrancará estos días y que buscará un refuerzo extra para la calle al objeto de atajar su constante deterioro.

El edil estradense de Urbanismo, Gonzalo Louzao, explicó ayer que la obra de Iryda se quedará en un fresado de varios tramos, el aglomerado en caliente y la señalización horizontal. Las plazas para aparcar volverán a pintarse a ambos lados, tal y como estaban. Y es que, el concejal explicó que los técnicos municipales expusieron que un sistema en batería a modo de espiga haría que la parte posterior de los vehículos terminase invadiendo la acera, dejándola excesivamente reducida para el tránsito peatonal. Además, las dimensiones de la vía podrían imposibilitar, si se aplica esta fórmula para estacionar, las labores de carga y descarga que precisa el supermercado existente en esta calle. “Al final tuvimos que ser conservadores”, dijo el titular de Urbanismo, que señaló que la zona verde y azul “quedará repartida como estaba”.

Sí en 25 de Xullo

Completadas las actuaciones en Pérez Viondi, San Antón y Varela Buxán, Iryda abre una nueva fase de obras esta semana, programándose que los trabajos continúen por la Rúa 25 de Xullo y la Avenida de Santiago. La rúa 25 de Xullo tiene ancho suficiente para permitir el aparcamiento en espiga, un sistema que pasará a aplicarse en la parte inferior de la Carballeira da Feira, pegando a la zona que utilizan las pulperías. Aprovechando las obras, el Concello tiene previsto terminar con el problema que generan las pluviales en esta calle y que, en alguna ocasión, provocaron la inundación de determinados bajos.

En cuanto a la Avenida de Santiago, desde el Concello se indica que, una vez fresada, se aplicará a esta calle el mismo sistema de refuerzo del firme que se ofreció a la Rúa 56 para poner punto y final al constante deterioro de su asfalto por el afloramiento de agua. “En esa calle se estaba asfaltando cada dos por tres y, una vez realizado ese refuerzo, lleva dos años impecable”, señaló Gonzalo Louzao.

El edil reconoció que la Rúa 56 no padece los efectos del constante tráfico pesado que soporta la Avenida de Santiago. No obstante, calculó que la actuación prevista será la suficientemente ambiciosa como para preservar el estado del firme por mayor tiempo en una zona en la que también se produce un afloramiento importante de agua.

En cuanto a la posibilidad de retirar el tráfico pesado de esta avenida, Louzao reconoció que obligarlo a desviarse por Matalobos, sin que los camiones lleguen e entrar en el casco urbano, “sería cambiar el problema de sitio”. Apuntó que la solución pasaría realmente por conseguir la largamente esperada variante de la N-640. Incidió en que la circunvalación es la salida para que las calles puedan ser realmente “vías urbanas y no travesías”.

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