Con el final de octubre llega una de las citas preferidas de los niños, sobre todo desde hace unos años. Halloween para unos, Samaín para otros, el caso es disfrazarse y pasarlo bien, si puede ser, a costa de asustar a los demás. Aulas y pasillos de los centros escolares se vuelven estos días de lo más terrorífico por mor de las exposiciones de calabazas, guadañas u otros elementos decorados para meter miedo.
Los alumnos del CEIP Plurilingüe de Silleda, por ejemplo, fueron llevando durante toda la semana las guadañas decorativas que elaboraron en sus casas con material de desecho. Estas creaciones, junto con piñas, calabazas y otros productos típicos del otoño engalaron los espacios de acceso a las aulas. En los CEIP de Merza y Nosa Señora das Dores de Forcarei también hubo muestras de calabazas.
En muchos colegios las actividades se enlazaron con la celebración del Día de las Bibliotecas, el pasado día 24. Es el caso del CEIP Vicente Arias de la Maza, de Vilatuxe, que presentó los espacios de su centro de lectura con un juego de luces de Samaín y cuentos bajo las constelaciones. Ayer había talleres de creación de calabazas de gelatina y, por la tarde, baile en el patio.
Los niños de la escuela unitaria de Donramiro salieron a pedir caramelos a las casas, para agradable sorpresa de sus vecinos. También en las guarderías hubo actividades relacionadas con la antesala de las festividades de Santos y Difuntos. Las celebraciones fueron menos en los institutos, algunos de los cuales optaron por actividades digitales.
