Por segundo año consecutivo Antonio Fernández, vecino de Puxallos (Catasós, Lalín), ha sembrado boniatos en una de sus fincas, como alternativa a las patatas. En una revisión médica le fue detectada una alergia, por lo que se le recomendó rebajar el consumo de este tubérculo. Así que se decidió por los boniatos, y no le ha ido nada mal. El año pasado consiguió sacar adelante unos 200 ejemplares. Esta temporada, la cosecha ha sido un poco inferior, pero con algunos ejemplares de considerable tamaño y peso. Algunos de ellos alcanzaron los 2,6 kilos de peso. No cabe duda de que el suelo lalinenses es más que idóneo para los primos dulces de las patatas.