Dentro de muy poco, los pacientes del centro de salud de A Estrada dejarán de mirar a la puerta de la consulta de su médico para ver si les llama nominalmente para invitarles a entrar. Y deberán centrar su atención en alguna de las diez pantallas que ejercerán de paneles informativos del sistema de llamada anónima que se va a implantar de forma inmediata.

Se acabó lo de “quién da la vez”

En ellos se especificará de manera codificada –con una letra inicial y 3 números– quién debe entrar a consulta y en qué puerta debe hacerlo. Asimismo, esos paneles informativos –dotados en su encabezamiento con el logo del Servizo Galego de Saúde y de la Xerencia de Xestión Integrada de Santiago de Compostela– también les informará de otros asuntos de interés como, por ejemplo, la temperatura y las previsiones meterológicas para los próximos días.

Los trabajos de instalación de esos diez monitores y de cuatro puntos de información multimedia (PIM) dio comienzo en la mañana de ayer en las instalaciones del centro de salud de A Estrada. Según explicó el jefe del Servizo de Atención Primaria, Juan Sánchez Castro, también se prevé que continúen hoy, conectando pantallas y puntos de información multimedia a la preinstalación ya existente en el centro. La instalación propiamente dicha del sistema informático que regulará su funcionamiento se realizará la semana próxima y, a partir de entonces, la puesta en marcha del servicio de llamada anónima será prácticamente inmediata.

A quien haya acudido recientemente al Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS) no le pillará de sorpresa. El funcionamiento del sistema que se va a implantar en A Estrada es muy similar.

Los pacientes con cita previa concertada deberán acudir al centro como muy temprano media hora antes de la hora fijada para la consulta y dirigirse a uno de los cuatro puntos de información multimedia (habrá dos en la planta baja, uno en la primera y otro en la segunda), identificarse introduciendo su tarjeta sanitaria o, si esta presenta algún problema en la banda magnética, tecleando el DNI en la pantalla del dispositivo. Así, el sistema recuperará la información relativa a su cita: especialidad, facultativo, sala y hora, asignándole un número de turno y un identificador de la sala de espera y consulta a la que debe acudir. En ese preciso instante, el ordenador del facultativo recibirá un aviso de que el paciente ya se ha presentado en la sala de espera.

De este modo, se mejorará notablemente el control y la gestión del tiempo. Cada médico sabrá exactamente cuántos pacientes tienen en la sala de espera y cuánto tiempo llevan esperando, además de llevar un mejor control sobre el tiempo que le dedica a cada uno.

Pero, dado que el paciente es el eje alrededor del que gira el sistema, para los médicos tiene algún inconveniente cuando deben sustituir a otro facultativo: se verán obligados a desplazarse hasta la consulta del doctor que falte o haya salido para atender una urgencia acudiendo al encuentro de sus pacientes. Por tanto, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora –cuando eran los ciudadanos los que iban a la consulta de ese médico– ahora serán los facultativos quienes deban acudir a una consulta ajena para atender a los pacientes reasignados.