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Un hongo pone en jaque la temporada de la castaña

Ataca los sotos desde hace días y se produce por las oscilaciones térmicas | La recogida durará hasta finales de mes | Jesús Quintá descarta que suba su precio, ya que quedará afectada la cantidad de producto y su calidad

Un castaño, con varios erizos secos en las ramas, en la entrada de Silleda. | // BERNABÉ/JAVIER LALIN

Había sido un año excelente en cuanto a producción de frutales, así que por qué no iba a serlo también en castaña. En septiembre, con los aguaceros de mediados de mes, los sotos lucían cargados y con previsiones muy buenas. Pero no. Precisamente, las tremendas oscilaciones de temperatura y la humedad de las últimas semanas favorecieron la proliferación de un hongo –posiblemente la antracnosis– que tiñe poco a poco las hojas de los árboles, y que puede incluso afectar al tronco del árbol.

La estampa de sotos ‘mareados’, como solemos llamarlos en el norte de Ourense, ya es palpable en zonas de esta provincia como Viana y A Gudiña, y pone en jaque también la producción de Deza y Tabeirós-Montes. En estas dos comarcas la campaña de recogida comienza estos días y se extenderá hasta finales de mes. “Parecía una campaña muy buena, pero debido al hongo la calidad no será la que se esperaba”, apunta el presidente de la Indicación Xeográfica Protexida Castaña de Galicia, Jesús Quintá. No se atreve a dar cifras de la producción de este año. Si hace dos semanas se esperaba recoger en torno al 80% en comparación con años en los que aún no había avispilla, Quintá se muestra ahora cauto y recalca que esta plaga de última hora afectará a la cantidad, pero también a la calidad del producto. Por eso, queda también por ver si provoca o no a una subida de precio.

Por el momento, el hongo está tocando a castaños de distintas variedades, y eso puede verse en un mismo soto donde hay plantados distintos árboles. Al menos, sí va remitiendo la avispilla gracias a la suelta de otro parásito, el Torymus sinensis. Pero es que incluso el hongo actual “puede deberse a la avispilla”, aventura Quintá.

La campaña acaba de arrancar en las comarcas y en sotos ubicados en valles gallegos, y se extenderá hasta finales de noviembre, cuando suelen recogerse las castañas en las áreas de montaña. En el caso de la zona centro de Galicia, donde nos ubicamos, “la recogida es de carácter familiar.”, sin temporeros. Las plantaciones profesionales, que poco a poco van implantándose en Lalín y en zonas vecinas de la provincia lucense, aún no han dado sus frutos. Este tipo de plantaciones, si se trata de castaños injertados, suelen dar su primera cosecha a los tres ó cuatro años, pero la producción estará consolidada a partir de los diez.

Plantaciones de subsistencia

Preguntado por si la condiciones orográficas y climáticas de Deza son las idóneas para la producción de castaña, Quintá no tiene dudas. “Es una zona perfecta”, asevera. Y sin embargo, recalca las plantaciones antiguas, como en buena parte de la comunidad gallega, “eran de subsistencia, de forma que no se repoblaban, no se podaban ni se abonaban”. Y aún así, producen. Y lo hacen porque los castaños “son de los árboles más seguros a la hora de dar fruto. Pensemos que apenas reciben tratamientos, como sí lo hacen las manzanas o las fresas. Si los cultivas o los tratas un poco, mejora muchísimo su calidad y, por también, también el precio del producto”, explica el presidente de la IXP. El castaño tiene también a su favor una tremenda resistencia a las sequías y a diversas enfermedades, siendo prácticamente inmune a todo salvo al chancro o a la tinta.

En cuanto a las variedades por las que optan las nuevas plantaciones, Quintá explica que las más demandadas son aquellas castañas fáciles de pelar y orientadas al consumo en fresco. Son alternativas con un alto valor económico. Además de su consumo en fresco con destino a asadores, sigue en auge la venta de castañas peladas y congeladas-

Necesario para la miel y variedades de setas

Al margen de proporcionar uno de los últimos frutos de otoño, los castaños son imprescindibles para obtener otros alimentos. Uno de ellos es la miel. Este año, las abejas sí pudieron recoger néctar de la flor de castaño y de zarza durante las primeras semanas de julio. No ocurrió lo mismo con el de brezo y cerezo, destruidos por las intensas trombas de agua de abril y mayo. De hecho, decíamos que fue un buen año para la fruta, salvo para la cereza. Los sotos también son necesarios para la proliferación de variedades de setas como el Boletus edulis o la Amanita caesarea. Son dos tipos que salen ahora, durante estas semanas de otoño. Pero en primavera, los suelos ácidos de los sotos también permiten el crecimiento del Boletus aereus, el Boletus regius o la Amanita rubescens.

Jornadas formativas en Silleda y Lalín

El interés por las nuevas plantaciones de castaños motiva que desde el verano estén en marcha acciones formativas sobre el cuidado de los sotos. Esta tarde (18.00 horas) el local social de Abades, en Silleda, acoge una sesión sobre el diseño de las plantaciones. Ya en noviembre, el día 4 está prevista en el Aula de la UNED en Lalín una sesión sobre injertos y podas en castaños de fruto. Ya hubo una sesión similar en el MOME de A Estrada el pasado mes de julio.

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