Más allá del fin informativo y preventivo con el que fueron concebidos por el Concello de A Estrada y el Centro de Información á Muller (CIM) del municipio con fondos estatales, los talleres contra la violencia sexual que –bajo el título Desenreda la violencia machista– se impartieron a 1.116 adolescentes que estudian Secundaria en los cuatro institutos locales –Manuel García Barros, Antón Losada Diéguez, Número 1 y el N.S. Lourdes– han servido para constatar la existencia en el municipio de casos de pornovenganza, sextorsión, grooming y sexting.

Son problemas de violencia de género derivadas de la masiva utilización de medios tecnológicos, redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea en el día a día de los más jóvenes, que incluso siendo menores viven interconectados. Y es que las redes sociales, por ejemplo, no solo tienen implicaciones comunicativas sino que también influyen en las relaciones interpersonales en materia de género, sexualidad o identidad.

En sesiones de 50 minutos, los jóvenes participantes –varones en un 56% y féminas en el 44% restante– aprendieron a identificar conductas de riesgo como el sexting y reflexionaron acerca de las consecuencias nocivas que les pueden traer en un futuro. Enviar fotos y vídeos con contenido sexual tomados o grabados por su protagonista mediante teléfono móvil para enviárselo a su pareja, por ejemplo, les convierte en vulnerables en el momento en que rompen la relación. Lo mismo ocurre con vídeos enviados a amigos que dejan de serlo. Ahí puede arrancar una sextorsión –usar imágenes para extorsionar, abusar o explotar sexualmente a alguien– o una pornovenganza, de consecuencias muy negativas para quien la sufre, al verse magnificada al diluirse por completo vida online y offline en los adolescentes. La conciben como un todo ya que, al igual que su entorno, viven orientados hacia las redes sociales, que forman parte indispensable de su día a día, por ejemplo para relacionarse con su grupo de iguales.

Quedar con sus amigos, realizar tareas educativas, descargarse música, ver vídeos y leer informaciones que les interesan es algo que hacen a diario. Pero también emplear la interconexión virtual en sus relaciones de pareja, citarse a través de las redes sociales, hablar o chatear durante horas, intercambiar emoticonos o publicar declaraciones de amor, que comparten de manera pública. Y ello les expone y les hace vulnerables. Por eso, el ciberacoso está al orden del día y resulta muy preocupante, como el grooming (un adulto que se hace pasar por un menor en las redes sociales para ganarse la confianza de otro, pedirle fotos y, así, emprender un ciclo de extorsión personal, sexual o incluso económica.

Así lo explicaron ayer la edil de Servizos Sociais de A Estrada, Amalia Goldar; la directora del Centro de Información á Muller (CIM); y, en representación de Forox Innovación, firma que impartió los talleres, su directora de proyectos, Paula Cerqueira; y la técnica Tamara Miranda.

La edil Amalia Goldar aprovechó para avanzar que A Estrada pondrá en marcha –a propuesta del CIM– una APP contra la violencia de género y sexual. Será una APP para móvil, gratuita e interactiva con la que pretende asesorar a los jóvenes y ayudarles a protegerse de la violencia, especialmente de la de género y de carácter sexual.

Útil para alertar si se siente miedo al volver sola a casa

Conscientes de que los jóvenes estradenses viven pendientes continuamente del móvil y las redes sociales así como que les preocupan casos de pornovenganza, sextorsión, ciberacoso, grooming y sexting, Concello y CIM coinciden en la conveniencia de impulsar una APP para el móvil que pueda ser útil incluso para que las jóvenes alerten a quien corresponda si, tras una noche de fiesta, sienten miedo porque creen que las siguen al volver solas a casa.

Es solo una de las vertientes que tendrá esa APP, que incorporará también juegos interactivos sobre igualdad e información acerca de la violencia de género. Se pretende que sea accesible y práctica. Y se baraja que, por ejemplo, pueda lanzar una alerta al 112 si una usuaria necesita ayuda.

Cuando el sexo asignado al nacer no es el sentido

Los talleres impartidos del 7 al 11 y del 14 al 18 de junio en A Estrada -al calor del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, de medidas de sensibilización, información y difusión sobre la promoción de la igualdad y la prevención y el rechazo de la violencia contra las mujeres– también evidenciaron que hay jóvenes que se autoclasifican como “asignado hombre al nacer” o “asignada mujer al nacer” pero que no se sienten como tal. Así lo indican las encuestas realizadas por las docentes María Medina y Lara Fuentes. Medina es psicóloga y especialista en intervención multidisciplinar en violencia de género, infancia y juventud en riesgo y en psicología forense. Lara Fuentes es educadora social y docente y también cuenta con una amplia experiencia en materia de igualdad y en la impartición de talleres para adolescentes y personas en riesgo de exclusión social.

El móvil, un arma de doble filo las 24 horas

El móvil es hoy una potente herramienta, un arma de doble filo que se usa prácticamente las 24 horas del día. Es una magnífica vía de comunicación e información pero también una herramienta muy potente para acosar y extorsionar, especialmente a los jóvenes. Su uso y el de las redes sociales sirven, asimismo, para desarrollar mecanismos de control de la pareja que aunque pasenn desapercibidos entre los adolescentes –que incluso llegan a considerarlos una muestra de amor– son, en realidad, muy nocivos. Es un tipo de violencia de género que se puso sobre la mesa en los talleres de A Estrada. Los jóvenes llegaron –mediante una lluvia de ideas– a elaborar un decálogo del buen trato, que recoge las características de las relaciones afectivo-sexuales saludables. Una introducción conceptual, casos y un debate sirvieron para plantear todas estas cuestiones, con la intención de transformar las relaciones desiguales en chicos y chicas así como de propiciar un correcto uso de las redes sociales y de las nuevas tecnologías que favorezcan a eliminar la violencia sistemática contra las mujeres.