El alemán que compró un burro por internet en el Algarve para echarse a caminar

Su paso por tierras dezanas no pasó desapercibido: Un hombre con un burro de la cuerda caminando por el arcén de la N-525, y no hacia Santiago de Compostela, como cualquier peregrino, sino en sentido contrario. Los protagonistas son un alemán y su asno, que llevan más de un año de caminata desde el sur de Portugal y que, llegados a Santiago, dieron la vuelta para dirigirse al sur de España. “Me gusta caminar”, dice el joven, que compró el pollino por internet en el Algarve, a donde se trasladó a vivir, y se echaron a andar, en compañía de un amigo durante seis meses y después los dos solos.