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Desde Vilatuxe a la cima de Europa

El bombero lalinense Santiago Agulló Canda corona el Mont Blanc junto a tres compañeros

Los cuatro alpinistas en la cima del Mont Blanc.

Santiago Agulló Canda lleva la montaña en la sangre. Este alpinista lalinense de Vilatuxe, que trabaja de bombero en el parque de Chantada, escaló el pasado 28 de septiembre el Mont Blanc junto a los orensanos Miguel Varela ,Javier Dubra y Adrián Copa, compañeros de profesión en el parque de Carballiño-O Ribeiro. “Fue una actividad pospuesta por causa del COVID, que este año pudimos realizar. El 23 de septiembre partimos hacia Saint-Gervais-les-Bains, donde teníamos el alojamiento, y al día siguiente a las siete de la mañana iniciamos el ascenso al Aiguille du Tour, un pico de 3.700 metros donde hicimos la aclimatación durante dos días. En ese tiempo aprovechamos para subir al pico, hacer travesías por el glaciar y practicar maniobras de rescate y auto detención”, señala Agulló para explicar el inicio de su última proeza.

Agulló con el Mont Blanc al fondo. Ángel graña

El miembro del GTR recuerda que “el día 27, sobre las siete de la mañana, comenzamos el ascenso al macizo del Mont Blanc desde el parking de la población de Bionnassay cargados con el equipo. El ascenso fue casi todo bordeando el glaciar, caminamos hasta el refugio del Nido de Águila donde paramos para hidratarnos y comer algo , continuamos la ascensión por una gran pedrera y después de unas horas caminando llegamos a un glaciar donde nos equipamos, lo cruzamos y llegamos al refugio de Tête Rouge, que está a 3.200 metros, donde pasaríamos la noche antes de encarar el siguiente tramo”. Fu en ese momento cuando Agulló y sus compañeros supieron que “la previsión meteorológica era de que al día siguiente sobre las 20.00 horas nevaría y habría vientos de hasta 40 kilómetro, por lo cual decidimos levantarnos a las 2 de la mañana para intentar hacer cima en el día”.

Un instante de la ascensión a la cumbre de Europa. Ángel graña

El relato de Agulló continúa con el ascenso al refugio de Goûter “con crampones en un terreno escarpado con mezcla de roca nieve y hielo. A las 4:30 horas llegamos al refugio que está a 3.850 metros. Aprovechamos para hidratarnos y comer algo a menos 18 grados de temperatura. Continuamos el ascenso a partir de ahí con los cinco sentidos puestos en todo y siempre pendiente de los compañeros”. Los expedicionarios gallegos caminaron durante un par de horas entre aristas y paredes de hielo hasta llegar al ultimo refugio que les aguardaba antes de coronar. “Alcanzamos el Vallot a 4.400 metros, donde la altura se hacía notar bastante. Recuerdo que estaba lleno de gente, cada uno con peor cara que su vecino porque hacía mucho frío. Reconozco que allí tuvimos una pequeña bajada pero bebimos bien, comimos algunas barritas y salimos muy ilusionados a encarar el último tramo.”

Sin embargo, tanto Agulló como sus compañeros fueron testigos poco después de una desagradable escena. “Vimos como tenían que rescatar en helicóptero a una cordada de dos polacos que se encontraron mal. Eso hizo que extremásemos todavía más las precauciones. Y . después de ascender durante un par de horas pudimos coronar por fin el Mont Blanc a 4.810 metros con las primeras luces del día”.

El descenso fue muy rápido, de un tirón, llegando al parking a las 19.00 horas “reventados pero sin lugar a dudas fue mi experiencia más exigente física y psicológica”, concluye Agulló.

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