Una sola candidatura se ha postulado para refundar la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del CEIP de Agolada. La encabeza una de sus principales promotoras, Mónica Negro García, con Paula Coego Montoto como vicepresidenta; Ana Belén Blanco Cordido, secretaria; Ana Coego Pampín, tesorera; y las vocales Raquel Sánchez Rivas, Margarita Varela Iglesias y Teresa Tarrío Lamas. Mañana, sábado, a las 19:00 horas se celebrará la votación en el Auditorio Municipal Manuel Costa Casares y, hora y media después, comenzará la asamblea constituyente.
“Somos un grupo de madres comprometidas con la educación de nuestros hijos y con la mejora de la comunicación educativa en general”. Así se presenta la directiva, cuyo interés al formar la asociación es “la estabilidad de la escuela, en colaboración con los profesores y la dirección del centro”. Pretenden “contribuir a crear una comunidad educativa abierta y dialogante, donde estén incluidos todos los padres”, tal como indican en su presentación a la comunidad. Son conscientes de que este año será complicado, pero apelan a “la ayuda e implicación de todos” para “compensar todas las limitaciones que tengamos”. La junta de Mónica Negro quiere que “todas las personas aporten su opinión e ideas para así poder mejorar la educación de nuestros hijos, que realmente es lo que nos interesa”. Con “ilusión y trabajo”, se muestran seguras de poder “llevar a cabo nuevos proyectos y mejoras” para el centro.
Con vistas a este curso, quieren poner en marcha ya algunas actividades extraescolares. Una de ellas es un refuerzo de inglés mediante dinámicas lúdicas, aprovechando que el centro contará desde octubre con un profesor nativo. La idea sería hacer dos grupos diferenciados por edades, quizás con los 6 años como barrera. “Tenemos que hablarlo con el nuevo profesor, que va a estar contratado a media jornada y podría ser interesante también para él, para ver cuánto nos cobra y si hay suficientes alumnos interesados”, expone Mónica Negro.
También pretenden ofrecer sesiones de informática y de deportes, fútbol, en principio, que despierta gran interés entre los niños. Todas las actividades se realizarían justo al terminar el horario escolar –de 10:00 a 15:45–, con el fin de evitar que las familias –abuelos en muchos casos– tengan que ir varias veces al centro a llevar y recoger a los niños. En este sentido, más adelante, analizarán la posibilidad de establecer un servicio de transporte.
Se avecinan meses de aprendizaje y de formación sobre el funcionamiento de este tipo de colectivos. La intención es solicitar subvenciones oficiales en febrero del próximo año, cuando vuelvan a convocarse, y entonces valorar si pueden poner en marcha más actividades.
