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Con los churros a otra parte

Uno de los puestos más emblemáticos de las ferias de los miércoles son las churrerías. | // BERNABÉ/CRIS M.V.

Sinécdoque. Es una figura retórica que consiste en designar la parte por el todo y que puede aplicarse fácilmente al mercado que cada miércoles se instala en la Praza da Feira de A Estrada. Pocas cosas identifican tanto a estos puestos como los churros. Su aroma llega el día de feria a buena parte de la villa. Salir por la puerta a primera hora de la mañana permitiría saber qué día de la semana es, sin necesidad de calendario ni de rememorar la jornada precedente. Los churros dorándose en ese aceite hirviendo desprenden un olor característico que tiene dos efectos: saber que es día de mercado y desatar la gula. Con las obras de reforma de la Praza da Feira a la vuelta de la esquina –y empleando la sinécdoque–, no queda más remedio que irse con los churros a otra parte.

El Concello de A Estrada se ha puesto ya manos a la obra. El alcalde, José López Campos, confirmó al ser preguntado ayer por esta cuestión que el entorno del Novo Mercado –concretamente la zona del nuevo estacionamiento público a la que se trasladó la feria coincidiendo con las patronales de San Paio– está descartado. Explicó que este espacio no gustó a quienes instalan semanalmente sus puestos en este mercado municipal. Tomando nota de este sentir, el edil de Feiras e Mercados, Gonzalo Louzao, mantuvo reuniones con el sector para poner sobre la mesa varias posibilidades, aunque sin obtener una postura definida por parte de quienes montarán y desmontarán sus puestos cada miércoles.

Así las cosas, el alcalde resumió que en estos momentos son dos las alternativas. La primera supondría llevarse íntegramente la actividad ferial a la zona del nuevo estacionamiento situado al final de la calle Iryda. Sin embargo, el regidor local no dejó de reconocer que este entorno de 2.200 metros cuadrados podría quedarse pequeño –incluso contando con parte de la calle– para acoger a los numerosos comerciantes ambulantes que se instalan en la Praza y el Campo da Feira los miércoles.

La otra propuesta supondría dejar a los puestos que habitualmente se colocan en la robleda de la feria donde están, incluidos los servicios de pulpería. En cuanto a los comerciantes que tienen su ubicación habitual en la Praza da Feira, la opción es conveniar el uso de una parcela situada al pie de la Rúa 25 de Xullo, unos terrenos que hacen esquina y que se utilizan durante las fiestas para la instalación de atracciones de feria.

Mejor donde está

“Lo ideal sería desplazar la feria lo menos posible de la zona en la que está”, opinó el alcalde. Asume que los que están en la zona de la robleda podrían permanecer sin una interferencia de las obras y que, colocar a los demás en la citada finca –el Concello ya pulsó la disposición de los propietarios– “obligaría a hacer unas zonas de tránsito pero sería bastante aceptable”.

Por su parte, el concejal de Feiras e Mercados precisó que, en estos momentos, entre la Praza da Feira y la zona de robleda los comerciantes y hosteleros ambulantes ocupan alrededor de 8.000 metros cuadrados de espacio, de ahí que no sea suficiente la superficie que brinda el estacionamiento de Iryda.

Además, contando con las pulperías, cada miércoles se citan en el mercado de A Estrada un total de 100 puestos para ofrecer sus productos de temporada, textil, calzado, complementos y un largo etcétera. Hasta el momento, la Rúa 25 de Xullo, la parte posterior de la estación de autobuses o la zona de estacionamiento junto al Novo Mercado sirvieron como emplazamiento provisional para celebrar las ferias cuando el espacio habitual estaba ocupado, principalmente con motivo de las fiestas.

Toca ahora tomar la decisión. La intención es programar con la empresa el inicio de las obras en el plazo de cuatro semanas, calculando que a mediados de octubre la Praza da Feira se ponga el casco. Para entonces habrá que tener definido dónde se colocaron este centenar de puestos que secundan los mercados estradenses del miércoles o, lo que es lo mismo, desde qué lugar el olor de los churros nos recordará que ya es mitad de la semana y cuánto nos apetece un segundo desayuno.

La peatonalización de Ulla y Calvo Sotelo, tras el turrón

La reforma de la Praza da Feira dará el pistoletazo de salida para una transformación en la zona más céntrica de A Estrada. La obra en sí, ajustada al proyecto Baixo as árbores, ya supone una metamorfosis para este céntrico enclave de la capital estradense. Pero, además, la actuación contempla el inicio de un proceso de humanización que desde la feria alcanzará a la Rúa Ulla. Como si fuese un efecto dominó, con las obras en esta calle se activará la continuidad de la peatonalización por toda la Calvo Sotelo –arteria comercial y de servicios de la villa–, hasta alcanzar la Praza de Galicia.

Sin embargo, pese a que la Asociación de Comerciantes da Estrada (ACOE) es uno de los colectivos que más defiende el cierre de esta zona a la circulación para favorecer un ambiente más distendido y de paseo en el entorno en el que se concentran muchos escaparates del comercio de proximidad, la asociación pidió al Concello que las obras no supongan un tropiezo para la campaña de Navidad, la más importante del año. En este sentido, el alcalde estradense reconoció la intención del Concello de programar con la empresa que la humanización de la calle Ulla no comience hasta después del turrón. “Si empezamos a mediados de octubre, la obra podría comenzar por la Praza da Feira y ganaríamos unos meses para iniciar las obras en Ulla a principios de año, después de Navidad.”, indicó José López Campos. Seguidamente reconoció que estos plazos también permitirían que la Xunta ultime la adjudicación de las obras de peatonalización de Calvo Sotelo, aspecto que permitiría alinear los trabajos desde la Porta do Sol hasta la popular A Farola.

Cabe recordar que las obras para cortar al tráfico estas vías supondrían levantar todo el carril central que existe en la actualidad, de manera que toda esta arteria quede empedrada. Llegará después el momento de que el peatón tome la calle, limitándose el tránsito de vehículos al cruce con Justo Martínez y Castelao. De este modo, la intención del comercio es poder diseñar actividades que contribuyan a generar ambiente navideño en las calles, pudiendo los ciudadanos –y más teniendo en cuenta que la zona ya está cerrada provisionalmente– realizar con tranquilidad sus compras navideñas sin ir avanzando entre obras.

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