El comedor escolar del colegio de Figueiroa, gestionado por la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) Picariños, no tiene ya plazas disponibles. Con casi 130 usuarios, el servicio tiene ya lista de espera. Aunque este curso se ha podido incrementar en más de una treintena de usuarios, dando cabida a gran parte de los niños que el año pasado se quedaron fuera, se sigue quedando pequeño para la demanda que tiene.

El asunto llegó también a la asamblea general de socios celebrada este jueves, sesión en la que se puso sobre la mesa la necesidad de contar con un espacio propio para el comedor escolar, ya que en estos momentos se está utilizando el salón de actos del centro en su totalidad, aunque se trata de algo temporal, mientras existan los protocolos y medidas de seguridad por la pandemia. Las distintas administraciones son conocedoras de la situación, así como de que este es un comedor en auge y que ya cuenta con un elevado número de usuarios.

Durante la reunión se hizo hincapié en la necesidad de sumar socios para sostener todos los servicios que ofrece el ANPA. Ahora ronda los 160 integrantes, lejos de los casi 300 con los que acabó el curso 2019-2020.