“Queremos que los chicos vengan aquí a conocerse, que tengan un espacio seguro” y que “salgan siendo quienes quieren ser... y que se sientan libres de ser ellos mismos”. Así resumió ayer Annie Sánchez la filosofía que les guía a ella y a Alonso de la Cantera al frente de Ocionautas, que concibe La Estación como una escuela para la vida. Y esa fue la filosofía que impregnó los últimos días de actividades vinculadas a la iniciativa “Recupera o teu espazo” en el Centro Juvenil La Estación y a los talleres de formación tecnológica para jóvenes, financiados por la Dirección Xeral de Xuventude mediante una subvención de 4.800 euros de la línea Iniciativa Xoven.
Un total de 45 jóvenes de edades comprendidas entre los 8 y los 24 años se dieron cita en algún momento en alguna de estas iniciativas. Especial éxito tuvo entre los más pequeños –de 8 y 9 años– el taller de montaje de ordenadores gamer (esto es, orientados a los videojuegos). También susucitaron gran interés el de drones y el de creación de impresoras 3D (que tuvo lugar ayer). El de drones se vivió de un modo muy especial ya que el encargado de impartirlo fue, finalmente, un estradense que precisamente creció muy vinculado a La Estación, Xosé Rodríguez. Se mostró muy accesible con las nuevas generaciones de jóvenes locales y para Annie Sánchez y Alonso de la Cantera fue “muy especial” verle impartir el curso a un joven al que trataron desde niño.
Pero no solo hubo formación tecnológica sino también de comida saludable. Y, habida cuenta del interés de los jóvenes por los bocadillos, aprendieron a elaborarlos con productos más sanos.
Además, y pese a la lluvia del primer día de actividades, los jóvenes de La Estación pintaron el campo de “jugger”, desbrozaron el jardín existente dentro del recinto para equiparlo con mesas, bancos y sofás hechos con palés a modo de zona de picnic, fabricaron su propia barbacoa y construyeron un módulo nuevo de skate con el que enriquecieron su skatepark. Y dotaron a A Estradad de un arco de bienvenida para los peregrinos del Camiño da Geira e dos Arrieiros.
