Un coche se precipitó ayer desde el puente de la carretera vieja en Taboada, en el municipio de Silleda. A pesar de la estrepitosa caída de varios metros, amortiguada por la abundante vegetación, el único ocupante del turismo pudo salir por su propio pie y trepar por la ladera hasta la calzada. El accidentado, que, según testigos presenciales, presentaba contusiones en la cabeza y sangraba por la nariz, fue trasladado más tarde a un centro sanitario por familiares que acudieron al lugar en su ayuda.

El siniestro tuvo lugar hacia el mediodía en el margen derecho de la antigua N-525, al enfilar el puente sobre el río Deza en dirección a la parroquia lalinense de Prado. El conductor, que se quejaba de la falta de señalización de la curva, que es muy cerrada, perdió el control del automóvil y se subió por el pretil del puente para terminar cayendo ladera abajo. Una persona que se encontraba trabajando al pie del río escuchó un fuerte estruendo, causado por el choque del vehículo, y dio la voz de alarma a una de las empresas ubicadas en la zona, temiendo una desgracia de mayores consecuencias. Pero el joven accidentado, que iba acompañado por un amigo suyo en otro vehículo –ambos vecinos del municipio de Silleda– descartó dar parte del percance. De hecho, ni la Guardia Civil de Tráfico, ni los bomberos del Parque Intercomarcal tenían siquiera constancia de los hechos.

Ayer por la tarde, el vehículo todavía se encontraba en el emplazamiento del accidente, prácticamente invisible desde el viaducto. Por el momento, no se conocen los detalles de la posible retirada del turismo ni los medios con los que se realizará, aunque hay que tener en cuenta que se trata de un terreno de difícil acceso y lleno de maleza. Precisamente, la abundante vegetación de la ladera amortiguó su caída, estimada en unos quince metros de altura, e impidió que terminase en el fondo del río Deza. Sobre el lateral del puente quedaron restos del turismo que muestran el recorrido que siguió para llegar hasta el precipicio en el que terminó.

Restos del turismo sobre el pretil del puente. Bernabé