Un año y ocho meses después de anunciar que su próximo número sería un monográfico sobre “A Estrada poética”, el equipo de redacción de Olga, la Revista de poesía galega en Madrid, cumple su palabra. El noveno volumen de la publicación ya está en la imprenta. Incluye una antología poética y tres ensayos que condensan nada menos que los últimos nueve siglos de literatura estradense.

En cuanto a la antología poética, no están todos los que son pero sin duda, los 19 poetas que han sido seleccionados por el equipo de redacción de Olga para integrarse en este volumen merecen figurar en la excelsa nómina de mejores poetas de los últimos nueve siglos. Hay lírica para todos los gustos: desde las “cantigas” de los trovadores Pero Velho y Paio Soares de Taveirós a la de las últimas voces poéticas actuales como las de las hermanas Andrea, Lara y Marcela Porto, pasando por la imprescindible Avelina Valladares (que da nombre al premio de poesía local), Manuel Cabada Vázquez, David Otero, Juan Luis Blanco Valdés, Xosé Manuel Mosquera Carbón, Xosé Couceiro, Sindo Villamayor, Xosé Luna Sanmartín, Xosé Lueiro Lemos, Ángeles Madriñán, Miguel Louzao, Susana Sánchez Aríns, Antía Otero y María Neves Soutelo.

Una selección de sus versos copa parte de este número de Olga que, además, ha sido ilustrado con fotografías e ilustraciones con sello estradense. Un dibujo de la artista ouzandesa Rosa Herráiz Cabanas ilustra la contraportada. Y fotografías de Tono Arias, Xoque Carbajal, Antía Expósito, Marga Fraga, Asier López Castro, Aroa Martínez, Damián Porto, Ariadna Silva y Felipe Souto ilustran el monográfico. Dada su vinculación con el municipio, el secretario de redacción de la revista Olga, el ouzandés Manuel Pereira, no ha querido intervenir ni con fotografías (como en otros números de la publicación) ni con sus textos aunque ello suponga que, ciertamente, en esta antología se vayan a echar de menos sus versos.

Pereira forma parte desde el inicio del equipo de redacción de Olga, la revista fundada en su día por Sabino Torres. Y trabaja mano a mano con el director, Vicente Araguas; el subdirector, Rafa Yáñez; y los encargados de la revisión lingüística, Lidia Teixeiro y Ricardo Pichel (responsable a su vez de la maquetación del volumen).

En este monográfico acerca de la lírica de A Estrada destacan, asimismo, tres ensayos sobre la literatura local de Mercedes Brea, Carlos Loureiro y Chus Nogueira. La catedrática de Filología Románica, profesora, investigadora y escritora estradense aporta un estudio sobre los trovadores locales Pero Velho y Paio Soares (posiblemente dos de los más antiguos trovadores gallegos, que vivieron en las primeras décadas del siglo XIII). Cabe recordar que la única “tençó” atribuida a Pero Velho y a su hermano Paio Soares figura con el número 142 en el Cancioneiro de la Biblioteca Nacional de Lisboa y que la mayoría de las diez “cantigas de amor”, las tres “cantigas de amigo” y las dos “tencó” que se le atribuyen de autoría compartida (una con Pero Velho y la otra con Martin Soarez) figuran en el Cancioneiro de Ajuda.

Por su parte, el profesor y escritor Carlos Loureiro ofrece una panorámica de la literatura estradense. Y la filóloga, profesora y ensayista estradense Chus Nogueira sistematiza en su estudio la lírica local.

El resultado es un volumen de gran interés, que certifica el elevado nivel de actividad cultural local, reivindicando su papel protagonista en la literatura gallega.

Manuel Pereira analiza la falsedad y la decepción en su nuevo poemario bilingüe, “Tomas falsas”

Aunque, por decisión propia, sus versos no figuren en la antología del monográfico “A Estrada poética” de Olga, su secretario de redacción, Manuel Pereira, sigue muy activo desde el punto de vista creativo. Tanto es así que ya acuna su nuevo poemario bilingüe, Tomas falsas. Al igual que en el caso del monográfico de Olga sobre lírica estradense, su presentación tendrá lugar próximamente.

Se trata de un poemario en el que Pereira utiliza términos cinematográficos como pretexto para hablar de la decepción que ocasionan la mentira y la falsedad que detesta y que, tal y como explica, todos nos encontramos a lo largo de la vida. “Puede suceder en el ámbito amoroso, profesional, de la amistad o de la confianza... incluso con familiares”, constatando que lo que parecía es, en realidad, “postizo, ortopédico” y “no responde a una voluntad real de correspondencia grata”. Sus versos, en primera persona, son “interpretativos” e inducen al lector a una reflexión provechosa: al igual que en el cine las tomas falsas son las imágenes que se graban pero que se descartan a la hora de hacer el montaje de la película, también en la vida hay que desechar esas “tomas falsas” que son “contaminantes” y “no merecen la pena”. “Lo que pasa es que uno se da cuenta de todo esto después de haber confiado y de ofrecer mucho sin recibir nada a cambio”, reflexiona.

Pereira escribió los poemas en verso libre que integran Tomas falsas entre 2015 y 2020 Lo hizo en gallego. Y solo cuando la versión gallega estuvo fijada acometió la española que también incluye a modo de “subtítulos”. Fue un libro que elaboró con mimo a caballo entre Madrid, Ouzande y Zaragoza pese al contratiempo de la pandemia. Pereira vivió este momento personal y social con una profunda preocupación. Él mismo sufrió el COVID y la difícil situación social no le resultaba inspiradora para su vertiente creativa. Pero, en cuanto pudo, la retomó. Y, por tercera vez, decidió contar para la edición de su libro con la colaboración de la pintora y grabadora zaragozana Ana Cristina Lapiedra Argachal. Suyas son las obras gráficas que ilustran el poemario. Es el tercer libro que elaboran juntos. Porque la suya es una amistad sincera y su admiración mutua que se remonta a hace muchos años. Nada que ver con las “tomas falsas” que se critican en los versos de Pereira.