Aunque la celebración más destacada del año es a principios del mes de septiembre, muchas personas se acercaron ayer hasta el santuario de Nosa Señora do Faro para honrar a la Virgen. Entre las 10 y las 12 de la mañana, se congregaba el mayor número de fieles en una jornada en la que acompañó el buen tiempo.
El párroco responsable del santuario, Javier Diéguez, calculaba que acudieron un 70% de visitantes de lo que sería un día normal en otras circunstancias. El sacerdote también indicaba la normalidad con la que transcurrió el evento, respetando las medidas de seguridad en todo momento.
“Si de algo estamos sorprendidos es de la normalidad con la que se ha desarrollado todo a pesar de la pandemia”, comentaba Diéguez. Los fieles tuvieron la oportunidad de acceder al interior del santuario para realizar sus ofrendas o para rezar. La presencia de feriantes también aumentó con respecto al año pasado, aunque en comparación a años anteriores a la pandemia, la participación todavía no se ha recuperado.