El Concello de Silleda acaba de dar un paso que supone un considerable avance en la tramitación del Plan Xeral. El organismo Augas de Galicia remitió la resolución para la concesión de las traídas de agua municipales de Silleda y A Bandeira, con el que se legalizarían las dos redes de abastecimiento. Esta era una de las cuestiones exigidas desde la administración autonómica para la aprobación del planeamiento, un documento por lo que Silleda lleva décadas esperando.

“Llevamos varios años esperando a que llegase resolución para legalizar las traídas municipales, una cuestión que después de la aprobación provisional del plan suponía el principal escollo para contar con el documento urbanístico”, dice el alcalde Manuel Cuiña, recordando el “mazazo que supuso la sentencia del Tribunal Supremo que anuló hace unos años los planeamientos de Verín y Monterrei”. Siguiendo las directrices de este fallo judicial, la Consellería de Medio Ambiente exigió en 2017 al ayuntamiento garantizar en el plan la reserva de recursos hídricos, cuestión que pasaba por la legalización de las traídas municipales. La resolución incluye una serie de condicionantes que, una vez resueltos, supondrá la legalización de las traídas de Silleda –autorizada por varios ministerios en el año 1956– y la A Bandeira, que ejecutó en los años 60 la Confederación Hidrográfica. El planeamiento se aprobó provisionalmente en pleno el 18 de marzo de 2016. Ya a raíz de la sentencia el proceso se ralentizó, hasta que en enero de 2019 la Xunta denegaba la aprobación final.