Es la lluvia más esperada del verano. No solo no estropea los planes de playa sino que hace de los arenales un lugar más que recomendable para disfrutar del espectáculo bien cómodos. Las Perseidas, también conocidas como Lágrimas de San Lorenzo –por la proximidad a la festividad del mártir español, el 10 de agosto– no podrán ser disfrutadas este año en el Observatorio Astronómico de Forcarei, habida cuenta de que la Fundación Ceo, Ciencia e Cultura decidió no programar las habituales jornadas de observación y divulgación por las condiciones sanitarias. Sin embargo, son muchos los espacios que ofrecen las comarcas de Tabeirós-Terra de Montes y Deza para gozar de este espectáculo que ofrece el cielo nocturno.
“Tal y como están las cosas y siguiendo las recomendaciones, era imposible controlarlo de una forma segura”, apunta el presidente de la citada fundación, Enrique Alonso. En todo caso, la entidad recomendó a la gente, a través de sus redes sociales, que, en pequeños grupos y cumpliendo con la normativa vigente, salgan a disfrutar de esta lluvia de estrellas fugaces.
Lejos de la luz
La principal recomendación de Alonso para disfrutar de un fenómeno que se prologará durante los próximos días es “buscar lugares alejados de la luz”. Suma a ello el consejo de “ir bien abrigados, llevar algo de beber y mirar al cielo sentados o tumbados”. “Con esto y mirar hacia el nordeste, el espectáculo está preparado”, resume.
Enrique Alonso observó ayer que, con la Luna nueva y las condiciones meteorológicas todo parece apuntar a que va a ser una buena ocasión para disfrutar de las Perseidas, si bien la cantidad que pueda verse solo puede saberse a toro pasado. “Es algo completamente aleatorio”, incidió.
Aunque hoy y mañana son “los días grandes” para deslumbrarse con las Lágrimas de San Lorenzo, quien no pueda hacerlo no debe darlo todo por perdido. El cielo volverá a brindar estos días nuevos pases de las esperadas Perseidas.
No es necesario pasar la noche sin dormir aguardando a que el espectáculo comience. Desde que es completamente de noche ya pueden sacarse las palomitas para disfrutar. Lo ideal es salir de núcleos urbanos y buscar zonas altas, que no tengan árboles y que escapen a la contaminación lumínica, de ahí que entornos como el forcaricense de As Casetas sean espacios privilegiados para quienes quieren pasar la noche atrapando estrellas fugaces en su propio saco de deseos.
Paciencia y suerte
La observación requiere ciertas dosis de paciencia e intentar mantener la mirada clavada en el cielo. No es necesario usar prismáticos o telescopios, de hecho, no son muy recomendables para disfrutar de este fenómeno. La clave es tener la visión más amplia del cielo –de ahí que se recomiende estar cómodamente acostado en el suelo– y aguardar.
Las Lágrimas de San Lorenzo se vinculan al hecho de que la Tierra atraviesa el rastro de polvo y de rocas que deja tras de sí el cometa Swift-Tuttle y, por efecto de la gravedad, atrae estas partículas, que son como granos de arena. La fricción con los gases atmosféricos calcinan y vaporizan los meteoros, que a nuestros ojos aparecen brillantes durante una fracción de segundo, de ahí que popularmente las conozcamos como estrellas fugaces. Por lo tanto, para estos días hay que pedir que el sol sonría de día y el cielo llore de noche.
