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El mal tiempo pasa factura durante julio a la asistencia a las piscinas municipales

Los días calurosos saturaron las piscinas en Lalín | Rodeiro afronta esta semana de buen tiempo con los contagios al alza | El aforo continuará al 50% en las de Silleda

Niños tirándose al agua en la piscina de Vila de Cruces. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Si bien la situación sanitaria no anima a salir a disfrutar del verano como años atrás, no es el principal inconveniente a la hora de darse un chapuzón. Dando la razón a los tópicos que asocian la lluvia y el mal tiempo a Galicia, el mes de julio no ha sido de los más calurosos. En la comarca del Deza, las piscinas municipales han vivido días dispares en cuanto a afluencia se refiere, condicionada especialmente por la climatología y no tanto por la pandemia que vivimos.

Las piscinas exteriores del Concello de Lalín llevan abiertas desde el pasado 11 de julio, una apertura tardía en comparación a otros años –suelen abrir la primera semana de julio– debido a que la realización de unas obras, como sucede en muchas ocasiones, no cumplió sus previsiones iniciales. Desde entonces, la asistencia a estos servicios ha dependido principalmente del tiempo. “Hubo días que tuvimos que cerrar la puerta por la cuestión de aforo, pero no ha sido la tónica general”, señalaba el edil Avelino Souto. El mal tiempo no ha ayudado a que la gente saliese de casa, pero se espera que estos días se vuelvan a llenar las instalaciones, que están abiertas diariamente de 12.00 a 21.00 horas, sesenta minutos más de lo que era habitual.

La situación es similar en los demás municipios de la zona. En el caso de las piscinas de Agolada, algunas jornadas estuvieron ocupadas únicamente por el socorrista. Durante el pasado fin de semana estuvieron cerradas por una avería, pero cuando el tiempo acompaña, la gente sí acude a darse un chapuzón. Cabe destacar también que en esta época es común ver a bastante gente de fuera que está de visita disfrutar de las instalaciones, incluso de otros municipios limítrofes. Aunque el aforo es reducido, la afluencia no dista mucho de otros años y no suele haber ningún problema para poder acceder. Las piscinas están abiertas desde 17 de julio con una capacidad máxima para 120 personas. En la piscina mediana pueden estar hasta 30 personas a la vez, mientras que en la pequeña no se podrá exceder de ocho. El horario del recinto es de 13.00 a 20.00 horas de lunes a domingo. La llegada de visitantes también se hace notar en las piscinas municipales de Vila de Cruces. Con la celebración de sus fiestas patronales en la medida de lo posible por la pandemia y la amplia programación cultural han traído más gente al municipio.

Alta afluencia por A Piedade

Durante el mes de julio las instalaciones suelen estar ocupadas por habitantes del lugar, pero la primera quincena de agosto la gente de fuera también se une a zambullirse en el agua. La asistencia general es alta, con días rozando el aforo permitido. Incluso en los días nublados se pasaban algunas personas por el recinto. El Concello ha decidido mantener este año las parcelas y seguir con el mismo protocolo que en el verano anterior. También los cursos de natación están teniendo éxito, tanto el que terminó el pasado 30 de julio como el que ha comenzado el 3 de agosto.

Por otro lado, la afluencia a las piscinas de Silleda está siendo más reducida, posicionándose como una de las campañas más flojas de los últimos años. La mala climatología ha provocado que el número de acceso a los dos recintos municipales (Silleda y A Bandeira) se redujera en julio, registrando incluso menos usuarios que el verano anterior. Este año solamente se ha colgado el cartel de “aforo completo” en la piscina de Silleda en la jornada del 16 de julio, donde se alcanzaron temperaturas superiores a los 30 grados en la comunidad. Cabe recordar que el Concello silledense se encuentra bajo las restricciones establecidas para el nivel medio, lo que le permite un aforo reducido al 50% de su capacidad.

Los cursos de natación también han sufrido la misma situación, con pocos asistentes. El sol se ha hecho de rogar, pero se espera que con su llegada durante los próximos días permita revertir la situación. De hecho, el pasado lunes ya se ha producido un incremento en el número de entradas. El recinto está abierto al público todos los días de la semana de 14.30 a 21.00 horas y los sábados, domingos y festivos de 15.00 a 21.00 horas. Por su parte, los cursos se celebran en distintos turnos de 12.00 a 14.15 horas.

La situación en Rodeiro se presenta más compleja, dado que el aumento repentino de contagios ha hecho saltar las alarmas. Con una veintena de casos, el municipio se ha visto en la tesitura de posponer los campamentos de mañana y tarde, que se retomarán, en principio, el lunes que viene. De esta manera, la asistencia a las piscinas se puede ver afectada por la situación, aunque el mal tiempo del mes de julio tampoco ha ayudado a la hora de atraer bañistas. La semana anterior apenas hubo gente, pero durante el lunes han reputando los registros y se espera que, con precaución y cumpliendo todas las medidas, se vaya recuperando la actividad. Rodeiro abrió sus piscinas el pasado 8 de julio, pero desde el 26 de julio las instalaciones están disponibles los siete días de la semana. El cambio ha sido posible debido a la contratación de un segundo socorrista para vigilar la actividad. El horario es de 10.00 a 21.00 horas durante la semana y de 12.00 a 13.30 y de 15.00 a 21.00 los sábados y domingos.

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