Desde ayer, el Pazo de Liñares cuenta con un encanto más: el Museo do Xoguete. Las más de 1.000 piezas donadas por Antonio Chaves están organizadas por temas y algunas de ellas, como un hacha de juguete de la época romana, tiene la solera de 2.000 años de historia. Por eso, durante el acto de inauguración el conselleiro de Cultura, el lalinense Román Rodríguez, dejó claro que “ver la historia del juguete es ver la historia de los cambios tecnológicos y como mudan las demandas de la sociedad”. Rodríguez, que resaltó “la calidad artística y afectiva” de la colección, añadió que el material que ahora alberga Liñares traza la crónica emocional de toda una generación”.

Una muñeca de Mariquita Pérez, en el centro de una de las salas. | // BERNABÉ/A.A. Salomé Soutelo

Rodríguez cerró un ciclo de intervenciones, no sin antes dirigirse a Antonio Chaves como “bo e xeneroso”, en referencia al verso del Himno Galego, por esta donación a Lalín. Una donación que, como recordó el alcalde, José Crespo, nació casi de un encuentro al azar con la directora del Museo do Mar de Vigo, Marta Lucio. Fue ella quien le habló de Chaves y su tremendo legado. Crespo está convencido de que el Museo do Xoguete será uno de los más relevantes de su temática a nivel gallego y estatal. El regidor lalinense calcula que a finales de año echará a andar también el Museo da Marioneta, en una casona que ya cuenta con otras dos exposiciones: la centrada en la figura de Joaquín Loriga y el legado del geólogo holandés Jan Dirk Hilgen.

El Museo do Xoguete reforzará la red de Museos de Galicia, que engloba casi 70 instalaciones por toda la comunidad. Pero además, como prosiguió el regidor, incrementa la ya de por sí extensa oferta cultura que invita “a pasar en Lalín no solo un día, sino un fin de semana de ocio”. Citó el alcalde otros reclamos culturales como los yacimientos megalíticos en O Carrio o el Altar do Sol en Alperiz; las rutas de senderismo o los templos románicos.

Piezas de Francia y Portugal

Antonio Chaves fue el encargado de realizar una visita guiada a los presentes, y se comprometió a coordinar recorridos similares por la tarde. Confesó, emocionado, el impacto que le causó Liñares. “Montar un museo fuera de donde yo vivo suponía un desafío”. Así que este cambadés afincado en Vigo optó además por estudiar el entorno del edificio para dar lugar a una exposición “prendada del rural, y también de Galicia, porque en todas las salas hay juegos y juguetes gallegos”. Están presentes, también, piezas de oros países vecinos, como Francia y Portugal.

Este viaje a la infancia que desde ahora nos permite Liñares arranca en la planta baja del edificio, con una sala introductoria. En el medio de la misma, varios juguetes recuerdan el mundo del circo, con figuras que tienen hasta 100 años y con curiosos mecanismos para mover extremidades. Para los amantes del séptimo arte, el cine, hay una vitrina con proyectores, linternas mágicas y zootropos infantiles, cuyo mecanismo interior permitía dar sensación de movimiento a las imágenes y se considera el antecedente del cine. Chaves quiso destacar una máquina de fotos para niños, de los años 30, que les permitía a los chavales revelas las imágenes en solo cinco minutos.

La música está también presente en esta sala introductoria, con violines, un piano de cola y partituras. Pero no olvidemos la pronta apertura del Museo da Marioneta. Por eso, ya en esta planta baja el visitante puede admirar marionetas de Ventana Mágica, de los años 60, o incluso títeres franceses de finales del siglo XIX.

El recorrido continúa por otras salas donde se aborda el transporte y los animales, o la infancia. En la primera el visitante podrá contemplar el mejor coche de juguete de hojalata del mundo, un Bugatti de Payá del año 1932. Le acompañan motos con sidecar o una colección de aviones, en homenaje al piloto que nació en esta casona. En cuanto a la infancia y la escuela, Antonio Chaves adelanta que estarán presentes juguetes comunes a tres generaciones, como la entrañable muñeca Mariquita Pérez, creada en los años 40. Liñares alberga además carritos de paseo para dos, que permiten a los niños verse las caras o ir de espaldas uno al otro, gracias a una especie de tabique movible. Lavaderos, tronas también de madera, y piezas vinculadas al mundo de la escuela recrean, como decía el conselleiro de Cultura, la evolución de las sociedad.

Vídeo en Youtube

El punto de arranque de la exposición incorpora un vídeo en el que aparecen la concejala de Cultura, Begoña Blanco (coordinadora de esta iniciativa), Chaves y el alcalde de Lalín. Desde ayer, en Youtube también puede verse una pieza audiovisual que recoge algunas de las piezas de la colección. Los enseres irán rotando cada cierto tiempo. El millar de juguetes cedidos por Chaves son apenas una décima parte de todos los que dispone.