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martín toimil mato | Arquitecto paisajista e ingeniero agrónomo

“A los gallegos nos gusta la naturaleza pero preferimos mantenerla a cierta distancia”

“Elegimos el nombre de Fraga do Alén para la ampliación de A Romea por su vinculación con el más allá”

Martín Toimil es un especialista en el diseño de espacios verdes y un enamorado del paisaje autóctono. | // SIMÓN GALLEGO

–Algún día visitaremos un camposanto sin reparar en que lo es, ¿no le parece?

–La idea y la tendencia es que sean parques como va a ser el de A Romea. Te voy a contar una cosa que hice para empezar a diseñar esta ampliación: fui al cementerio actual y una vez que entras lo primero que salta a la vista es que está completamente rodeado por un seto de coníferas altísimo. Simplemente, el hecho de meter la cabeza y ver más allá de eso es algo increíble. Es una zona con bastante vegetación y con bosques muy chulos. Incluso donde está la entrada si miras hay como un valle con amplitud de vistas. Es decir, que el cementerio actual es un espacio cerrado sobre sí mismo que no tiene nada que ver con el entorno. Nuestro proyecto es totalmente lo contrario porque pretende abrirlo totalmente al entorno y que forme parte del paisaje. Es una forma de no ocultar los enterramientos.

–¿Sigue que si pudiera reformaría el trazado del AVE en Lalín?

–Por supuesto. Creo que es un impacto muy fuerte en nuestro paisaje. No es que lo modificaría, pero creo que esa combinación de viaducto-túnel-viaducto-túnel en una topografía tan irregular es algo que impacta demasiado en el entorno. El ser humano conforme fue avanzando el tiempo transformó su medio ambiente, y eso creo que estaba en perfecto equilibrio hasta que llegó la industrialización al ámbito rural, y ahora sí que se producen muchos desequilibrios porque hay mucho campo sin cultivar y la pérdida de mano de obra en el sector primario también influye estéticamente, es evidente.

Lalín avanza en el proyecto de cementerio sostenible para el camposanto municipal de A Romea. El proyecto llamado “Fraga do Alén” está redactado por Martín Toimil Mato y José Abel Mato Méijome. El primero es arquitecto paisajista e ingeniero agrónomo y tiene en su haber el diseño del Parque Urbano de Plan Honda, en el ayuntamiento de San Bartolomé, en Lanzarote. Recibió el primero premio, junto a Iván Torres, para diseñar un espacio verde de más de 50.000 metros cuadrados, integrado y respetuoso con el paisaje volcánico de la isla.

–Me gusta mucho el nombre de “Fraga do Alén”. ¿Quién se lo puso?

–Hicimos una propuesta de ideas para darle el nombre definitivo porque se buscaba una denominación que hiciera un poco referencia al proyecto, que en realidad es un bosque, y lo de Alén nos gustó por su vinculación con el más allá. Nos gustó por su connotación espiritual. Todos los participantes en el proyecto propusieron un nombre y al final decidimos la de Fraga do Alén que, también, le pareció bien al Concello, que fue el que tuvo la última palabra. Lo cierto es que sugiere nuestra idea de hacer un cementerio que en realidad es un parque propiamente dicho.

–¿Cuánto queda aún para acabar con la idea de cementerios como ciudades de muertos?

–La verdad es que realmente es la primera vez que diseño un cementerio. Tengo que reconocer que muchas veces que viajo acostumbro ir a cementerios porque creo que para conocer bien un lugar y una cultura son sitios interesantes, pero tampoco tenía un conocimiento muy grande de los camposantos. Cuando nos encargaron este proyecto hubo un proceso previo de investigación y sí que me puse a investigar bastante y encontré algunos casos que ya son muy antiguos donde se hicieron auténticos parques utilizados como cementerios. Sí que sé que en nuestra cultura no es tan común pero estoy convencido de que es interesante.

–¿Será complicado convencer a los lalinenses que su cementerio será también un parque vivo?

–Tenemos en caso de César Portela en Finisterre, que es un proyecto que desde un punto de vista arquitectónico a todos los profesionales nos parece una obra muy buena, y fue reconocida con muchos premios y, sin embargo, popularmente no tuvo una buena acogida en la sociedad. Tengo entendido que incluso la superstición tuvo que ver mucho con ello. Desde luego, no es fácil cambiar tantos siglos de tradiciones pero espero que en el caso de Lalín todo sea más natural.

–Por no hablar de nuestra ancestral relación con el paisaje.

–Sin duda. La relación de los gallegos con la vegetación siempre fue la de apartarla de las casas. Ahora estamos empezando a darle importancia a la vegetación porque nosotros tenemos aquí unos bosques impresionantes. Sin embargo, siempre intentamos alejarlos de donde vivimos y siempre tenemos miedo de plantar un árbol cerca de las casas. A los gallegos nos gusta la naturaleza pero manteniendo las distancias. Ya digo que eso ahora afortunadamente está cambiando. Desde mi sensibilidad sería lo contrario: aprender a vivir con la naturaleza porque nos aporta muchas ventajas en una comunidad.

–¿El de A Romea es una metáfora del paso de la vida a la muerte?

–Claro. Date cuenta de que donde está el cementerio de A Romea de Lalín, cuando pasó la autopista después de su construcción, ahí descubrieron una mámoa que estaba situada en una carballeira. Eso quiere decir muy a las claras que nuestros antepasados eligieron sus lugares funerarios mezclados con la naturaleza y que lo hicieron de forma recurrente durante toda esa época prehistórica. Nosotros también pretendíamos con nuestra propuesta arquitectónica repensar un poco esa idea y darle una vuelta más. Además, la zona de ampliación del cementerio es una hermosa fraga que cuenta con una gran variedad de especies muy interesante. También nos dimos cuenta de que hay algunos ejemplares bastante grandes y pensamos que preservarlos aportaría muchísimo al espacio que se va a llevar a cabo en Lalín.

“Creo que soy más de incineración que de inhumación pero supongo que es algo que depende de cada uno”

–¿Incineración o inhumación? –Sinceramente, tampoco reflexioné mucho sobre el tema. Personalmente, yo creo que soy más de incineración porque tengo más feeling pero pienso que depende de cada persona. Es algo muy de cada uno y supongo que llegado el momento ya lo tienes decidido.

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