Un decantador lamelar separa elementos semipesados y pesados en suspensión en el agua para que, posteriormente, se pueda llevar a cabo el tratamiento del líquido sin ningún tipo de problema. La firma lalinense Profeplas SL ha desarrollado un modelo propio para la depuración de aguas gracias a su novedoso sistema de fabricación y los paneles de polipropileno de última generación. Con una envergadura de 16 metros de largo por 3,5 de ancho y 3 de alto, es el más grande construido en termoplástico, y con materiales totalmente reciclables para proteger el medio ambiente.
El proyecto ha sido llevado a cabo en colaboración con Cornova Ingeniería de Aguas, que será la encargada de su instalación y puesta en marcha en su destino final, un cocedero de mejillón de la empresa Bateamar. Su capacidad para tratar 150.000 litros por ahora lo sitúa entre los más eficientes del mercado.
En el equipo se han eliminado por completo los refuerzos metálicos, que hasta ahora eran imprescindibles para este tipo de decantadores plásticos. De este modo, Profeplas consigue una construcción completamente anticorrosiva. Ya ha colocado varios equipos de menor tamaño en el mercado y empresas dedicadas a la depuración muestran gran interés. Desde la firma lalinense subrayan que “cada proyecto es diferente, un trabajo realizado siempre a medida”.
En la empresa se están realizando proyectos de depósitos de gran capacidad totalmente equipados con cuadros de maniobra y estaciones de carga, cumpliendo con la norma MIE APQ6. Todos los productos son desarrollados y fabricados íntegramente en sus instalaciones.
