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El COVID no logra frenar el empuje estival, con 1.750 nuevos contratos laborales en junio

Son 815 más que el mismo mes del pasado verano | La suavización de las restricciones explica que la mayoría de contrataciones pertenezcan al sector servicios | En siete de los nueve concellos prima el fichaje de mujeres

Clientes en la terraza de una cafetería de Lalín. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Las restricciones más suaves en el sector de la hostelería y el despegue de la temporada estival están detrás de los 1.750 contratos laborales iniciales que se firmaron en las comarcas durante el mes de junio. La cifra casi duplica las 935 contrataciones de junio del año pasado, cuando por entonces aún nos hallábamos inmersos en la desescalada tras el confinamiento de primavera y en buena parte de los negocios estaba todavía vigente un expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

En Deza, 850

De esos 1.750 contratos iniciales, 850 se formalizaron en la comarca dezana. La cifra, a su vez, está muy por encima de los 557 que quedaron registrados en junio del año pasado. Por sectores, se suscribieron 644 contratos iniciales en servicios (suponen el 75% del total), frente a los 106 de la industria, los 51 en la construcción y los 49 de agricultura. En Deza, los contratos laborales iniciales suben en sus seis municipios, en comparación con el año pasado. Así, el semestre se cerró en Lalín con 435 incorporaciones laborales (son 139 más que el pasado verano); en Silleda hubo 234 (+81) y en Vila de Cruces, 98 (+53). Los municipios pequeños siguen esta tónica ascendente, con 33 contratos iniciales en Rodeiro (+8), 34 en Agolada (+4) y 16 en Dozón (+8).

Hay un dato curioso en Deza, bajo la perspectiva de género. De esas 850 contrataciones iniciales, 424 fueron de hombres y 426 de mujeres. Las cifras son muy similares, sí, pero resulta que en Lalín, donde se concentra buena parte de la actividad económica de la comarca, solo se contrataron 192 mujeres frente a 243 varones (son medio centenar más). Pasa también en Dozón, con más contratos masculinos que femeninos, 11 frente a 5. Esta diferencia queda compensada por los otros cuatro concellos, donde las contrataciones femeninas superan a las de los varones. Y destaca sobre todo Silleda: con sus 234 contratos mencionados, tiene 135 de féminas frente a 99 de varones.

Una tienda de ropa en Lalín.//Bernabé/Javier Lalín

Tabeirós-Montes, durante junio, certificó 777 contrataciones iniciales. Son 363 más de las que tuvo en junio de año pasado. Y buena parte de ellas se produjeron en la capital, A Estrada, con 721 incorporaciones laborales. Es un muy buen dato, pues casi duplica las 369 del pasado ejercicio. Forcarei también mejora sus cifras, pero de una forma bastante más modesta: si en junio de 2020 tuvo 45 contratos iniciales, ahora aporta 56. Y los dos municipios incorporaron a más mujeres que hombres. De los 721 fichajes de A Estrada, 392 fueron vecinas, frente a sus 329 compañeros, y en Forcarei la relación es de 32 frente a 24.

Por áreas económicas, en servicios quedaron cerrados 640 contratos (son el 82% del total), mientras que 97 pertenecen a industria, 32 a la construcción y 8 a agricultura y pesca.

Por lo que respecta al concello de Cerdedo-Cotobade, no sigue la tendencia de los demás municipios y baja el número de contratos iniciales, con 123 este año, 15 menos que en junio de 2020. Este municipio, como Lalín y Dozón, tiene más puestos de trabajo orientados a hombres que a mujeres, con 94 contratos laborales para ellos y 44 para vecinas.

Más difícil a partir de los 55

Solo 7 de cada 100 contratos iniciales fueron firmados por personas de 55 años o más. De esas 1.750 contrataciones que hicieron otros tantos vecinos y vecinas por primera vez con una empresa, 131 corresponden a esa franja de edad de más de 55. Nos da una idea de hasta qué punto resulta difícil volver a reinsertarse en el mercado laboral una vez atravesada la mediana edad. Por contra, quedaron firmados 834 contratos iniciales con empleados de entre 16 y 34 años (son el 47,6% de los acuerdos totales), y otros 785 con trabajadores de entre 35 y 54 años (el 44,8%).

Los indefinidos rozan el centenar

Las comarcas aguantan la crisis económica y generan empleo, sí, pero el problema está (como ocurre en el resto del Estado, por mucho que animen los números), en que un porcentaje muy alto de estos contratos son para trabajos temporales, tan típicos de estos meses veraniegos. Así es que de los 1.750 acuerdos laborales de junio, solo 91 tienen ya un carácter indefinido, frente a los 1.659 que otean un horizonte más o menos cercano en el tiempo. La rareza con que campan los contratos indefinidos en estos tiempos de crisis económica se ve en que la cifra más alta son los 32 que se firmaron en empresas de A Estrada. En el otro extremo están Dozón y Rodeiro, con uno y ningún caso.

Más oferta con estudios secundarios

Los datos mensuales que ofrece el IGE sobre contratos iniciales también clasifican estos acuerdos según el nivel de formación de la persona trabajadora. Así, tanto en las dos comarcas como en Cerdedo-Cotobade tienen más facilidad para encontrar trabajo los vecinos con estudios secundarios, pues suscribieron 720 de los contratos totales. Son casi la mitad del global. Personas sin estudios firmaron 18 incorporaciones laborales, frente a los 273 con estudios primarios y los 98 vecinos que cursaron formaciones superiores.

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