Las altas temperaturas obligaron este fin de semana a buscar la sombra o a zambullirse para rebajar la temperatura. Los vecinos de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes capearon como pudieron la primera ola de calor de la temporada estival, mientras en el ámbito sanitario se trató de contener la resaca de un nuevo embate de la pandemia. Los termómetros todavía acusaban en la jornada de ayer unos valores propios de uno de los meses centrales del verano, mientras que los datos epidemiológicos permitían pensar en un clima de cierta contención, aunque todavía con un horizonte de incidencia con marejada.
Con muchos vecinos de la zona con segundas residencias en el entorno de Sanxenxo o que acostumbran a disfrutar de sus vacaciones en este municipio costero, las comarcas han importando un importante número de casos de COVID-19 tras su estancia en el concello pontevedrés con mayor incidencia. La imagen de la playa de Silgar, llena hasta la bandera este sábado demostraba que, contra el calor, no hay restricciones que valgan. El arenal abarrotado entraba en clara colisión con una incidencia acumulada a 14 días de 1.087, con 163 casos registrados en la última semana. Ello coloca a Sanxenxo como el municipio más golpeado por la quinta ola ahora mismo en la provincia pontevedresa, salpicando a las comarcas con un importante número de positivos en COVID que habían estado en esta zona, caso del brote –con al menos una docena de jóvenes– que salpicó a A Estrada en los últimos días o el que afecta a varios vecinos de Lalín que están de vacaciones en puntos como Sanxenxo u O Grove.
La situación que está viviendo la comunidad gallega en los últimos días llevo este fin de semana a muchos vecinos de las comarcas a mitigar el calor evitando desplazamientos. Y nada mejor que el río, famoso por sus frescas aguas, para reducir la temperatura corporal y quedarse fresco, al menos por un rato. En A Praíña de Couso fueron muchos los que se atrevieron con el baño, sin importar que el agua estuviese fría. También en Vilatuxe, Liñares o A Carixa las playas fluviales fueron un lugar idóneo para compaginar el chapuzón con la inigualable sombra de los carballos. Las piscinas fueron otro de los planes para surfear la ola de calor, extremando las precauciones paran o dejarse arrastrar por la ola pandémica.
En líneas generales, la incidencia acumulada del virus experimentó un leve descenso en Deza y Tabeirós, si bien en el caso de Cerdedo-Cotobade los casos han ido creciendo estos días hasta duplicar los que tenía a media semana. El sábado este municipio pasó de los cuatro a los seis casos activos y ayer eran ya ocho los enfermos de coronavirus en este concello fusionado.
Lalín mantenía ayer 26 casos activos y 28 en Silleda. En Trasdeza tambié baja la incidencia, con 15 casos a 7 días (frente a los 20 del sábado), de manera que la incidencia baja a 169. Continúa igual a 14 días (28 positivos): 316 por cada 100.000. En Vila de Cruces (9 casos en la última referencia) también baja levemente la incidencia y en Agolada y Rodeiro se mantiene. En el caso de A Estrada, los positivos bajaron ayer a 31 (uno menos) y se aprecia ya cierta tendencia a la estabilización, con una tasa de positividad por debajo del 5% –la media gallega está por encima del 12%–, lo que indica un aceptable rastreo de casos y contactos. El Recreo Cultural anunció ayer a las familias la reanudación de su campamento de verano, a excepción de los 31 niños confinados.
