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javier louzao valiñas | Vendedor de la ONCE

“Me alegro de que el Cuponazo fuera tan repartido”

“De los que recuerdo vender en la zona de A Bandeira, son todos gente trabajadora”

Javier Louzao lleva seis años en la ONCE. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

La suerte del “Cuponazo” del Día del Carmen repartió fortuna en Silleda, concretamente en el lugar de A Bandeira. Un total de 325.000 euros se han distribuido en este punto trasdezano después de que Javier Louzao Valiñas se encarga de vender 13 cupones agraciados.

–¿Es la primera vez que reparte tanto dinero entre sus clientes?

–Sin duda, porque esto no te pasa todos los días, la verdad. Tengo dado premios pequeños en los seis años que llevo en la ONCE pero tanto jamás. Lo bueno es que todo quedó aquí, en A Bandeira, y está muy repartido porque como sabes fueron en total 13 cupones.

–¿Alguno de los premiados ya se puso en contacto con usted para darle las gracias por el premio?

–Todavía no porque yo los fines de semana no suelo trabajar. De todas formas, sí que me han contado ya que la gente está encantada con todo esto por donde yo vendo.

–¿Se alegra uno por los premiados, a pesar de no ver un euro?

–Lo de no llevarte nada es lo de menos en estos casos. Una venta de este tipo te carga las pilas y te hace crecer en el ánimo de seguir con tu trabajo. Date cuenta que en estos últimos seis años, aquí en la zona de Silleda, sólo mi compañero Miguel, que ahora está ahora en el kiosco, fue el que repartió también una buena cantidad de dinero, con 200.000 euros . Semejante animalada nunca se dio en Silleda..

–¿Espera incrementar su clientela después de haber repartido esta cantidad tan grande de euros?

–Hombre, esperemos que sí pero bueno... Esto es como cuando en la Lotería de Navidad todo el mundo quiere comprarla en Madrid y cosas parecidas. Hasta esta semana no lo sabré porque no estoy activo durante el fin de semana.

–¿Nunca tuvo un presentimiento con algún número determinado?

–La verdad es que no porque como tienes tantos ni te fijas en ellos. Si le haces caso de eso no hay sueldo que llegue para comprar un cupón. Fíjate que en este caso, de 20 que tenía vendí 13 y no tuve ninguna corazonada con el número.

–¿La suerte es caprichosa?

–Y tanto. Fíjate que este cupón lo tenía colgado en tres bares. En dos de ellos, lo suelen coger durante todo el año y el viernes no lo hicieron. Un bar de A Bandeira desde que yo vine para aquí cada día me coge un cupón y el viernes cambió de opinión. Así es la vida.

–De todas formas, fue un buen pellizco para estos tiempos de pandemia que vivimos, ¿no?

–Sin duda. Me alegro de que el Cuponazo no fuera todo a parar a una mano sola porque fue repartido y le das vida a más gente. Tú imagínate que caiga donde ya hay dinero y hay no se mueve. Además, de los que recuerdo haberles vendido, son gente trabajadora como nosotros. Entonces, eso te da mucha más satisfacción, claro.

–¿Cómo llegó a ser vendedor de la ONCE en Trasdeza?

–Yo nací en Silleda pero llevo 20 años en A Bandeira, que fue donde me casé. En la ONCE, aquí, llevo dos años porque ante estuve durante cuatro años en Noia cubriendo bajas. Después vine para Vila de Cruces, donde estuve cuatro años y, después, hubo un cambio aquí de un señor que se jubiló y como el que estaba aquí era de Cruces, nos cambiamos el uno por el otro. La política de la empresa es poder estar lo más cerca de casa posible para que tengas el menor gasto posible en los desplazamientos.

–¿A qué se dedicaba antes?

–Trabajé en la construcción, era encofrador. Tuve un accidente en San Sebastián con una caída que me produjo la fractura de una vértebra y desde entonces no puedo hacer fuerza ninguna.

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