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La escalada de COVID deja en solo una semana 17 positivos en Silleda y 8 en Vila de Cruces

La tasa de incidencia se acerca a 200 en Trasdeza y rebasa los 150 en territorio cruceño | Para Manuel Cuiña, no es tan preocupante como otras veces, dado que al menos seis enfermos están vinculados a un brote familiar

El gobierno de Silleda descarta en esta ocasión cerrar los parques infantiles. Bernabé/Javier Lalín

La escalada de COVID-19 afecta ya a casi todos los municipios de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, con Dozón como única excepción. La mayor subida de los últimos días corresponde a Silleda, en donde ayer se contabilizaban 17 casos activos, todos ellos detectados en la última semana. En el mismo período de tiempo aparecieron ocho en Vila de Cruces. Así es que ambos territorios, cuyos centros de salud están agrupados en un mismo servicio de atención primaria, han pasado a liderar la incidencia acumulada, con tasas superiores a 150 casos por cada 100.000 habitantes. La media de Galicia está en 138/100.000 y la española ya rebasa los 318.

La subida más espectacular corresponde a Silleda, que estuvo libre de coronavirus más de un mes, desde la primera semana de junio, cuando fueron recibiendo el alta médica los cuatro enfermos que había entonces. Pero hace ocho días, el 6 de julio, se confirmaba un positivo con cartilla médica en el municipio, que al día siguiente eran ya cuatro, para terminar la semana con trece contagiados. Ayer surgían cuatro nuevos casos, de modo que el total de activos ascendía a 17, a tenor de los datos proporcionados al alcalde, Manuel Cuiña, desde el área sanitaria de Santiago de Compostela. Aunque hay algún contagiado de más de 50 años, la gran mayoría corresponde a la franja de edad comprendida entre 20 y 40, en línea con lo que viene sucediendo en el resto de Galicia y de España.

La incidencia acumulada se dispara a 192 casos por 100.000 habitantes y se convierte en la más elevada de la zona. Así las cosas, el Concello de Silleda apela una vez más a la responsabilidad a la hora de adoptar medidas de prevención para evitar nuevos contagios. En todo caso, y a la vista de que al menos seis enfermos están vinculados a un brote en una misma familia, para Cuiña, la situación no es tan preocupante como otras veces.

Hasta ahora, el peor momento de la pandemia en Trasdeza se vivió a finales de enero, con 123 casos activos el día 30, después de haber iniciado el año por debajo de la decena. La situación enseguida se recondujo y la cifra volvía a bajar del centenar apenas una semana después de haber marcado su pico máximo para situarse por debajo de 50 a mediados de febrero. Marzo arrancaba por debajo de la veintena de enfermos, pero ese mismo mes se produciría un repunte que dejaría de nuevo el total de infectados con el SARS-CoV-2 por encima del medio centenar. Con la llegada de abril y los festivos de Semana Santa se registró el primer “cero” en la cifra de contagios activos en Silleda desde el verano de 2020. El mapa se mantuvo en blanco, salpicado con algún que otro positivo aislado, hasta finales de mes, cuando se volvió a rebasar la decena de contagios. Una escalada que continuó durante la primera mitad de mayo, hasta rozar la veintena, para ir bajando paulatinamente en la segunda mitad de ese mes y desaparecer a comienzos de junio.

Pero el de Silleda no es el único repunte de coronavirus en las comarcas. En Vila de Cruces se confirmaban ayer ocho casos activos, ninguno de ellos hospitalizado. En este municipio ya surgió un positivo el 30 de junio, después de haber estado libre de virus casi todo el mes; y el 3 de julio se sumaba otro. Los ocho casos detectados en la última semana elevan su incidencia acumulada a 154 casos por 100.000 habitantes.

En torno a 130 se sitúa la tasa de Agolada, que también vuelve a registrar infecciones por SARS-CoV-2 después de un mes libre de este virus. Su concejal de Sanidad, Marcos Galego, confirmaba ayer la existencia de tres casos activos.

También tres enfermos de coronavirus hay en Cerdedo-Cotobade, pero su tasa acumulada es de 53 por 100.000, dada su mayor población. En cambio, Rodeiro y Forcarei, sin nuevos positivos en la última semana, se suman a Dozón como territorios libres de COVID.

A Estrada baja a 19 activos y Lalín sube a once

A Estrada sigue liderando los contagios de coronavirus en términos absolutos, si bien mantiene una clara tendencia a la baja en los últimos días. De este modo, ayer eran 19 los casos activos –dos menos que el domingo–, y solo uno de ellos ha requerido hospitalización para su tratamiento, según informa el servicio de atención primaria de la localidad. La edad media de los enfermos es de 27 años. El pico máximo de este repunte son los 22 casos activos constatados el sábado pasado. En lo que va de mes, se han practicado 689 test, de los que 21 han revelado infección de SARS-CoV-2, lo que sitúa la tasa de positividad por encima del 3%, la más alta desde enero. En los últimos catorce días se han detectado 23 contagios con médico asignado en alguno de los centros sanitarios del territorio estradense, lo que deja su incidencia acumulada en 112 casos por 100.000 habitantes. Pero solo dos de los nuevos positivos corresponden a las tres últimas jornadas.

En Lalín había ayer once personas con coronavirus, dos más que el sábado y el domingo. El total coincide con el número de positivos nuevos descubiertos en las dos últimas semanas, de modo que su incidencia acumulada es de 54 por 100.000. Pero ocho de estos contagios fueron notificados en los últimos siete días.

Uno de cada tres vecinos aún carece de protección

Una de las claves de los contagios de esta nueva ola es la edad de sus protagonistas. A diferencia de las anteriores, en las que las más afectadas eran personas mayores, incluso de edades muy avanzadas, ahora la gran mayoría no ha cumplido los 40 años. Y es que los menores de esa edad, salvo excepciones de personal esencial o grupos de riesgo, no han sido inoculados aún con la vacuna o están empezando a recibirla en estos días.

Deza, Tabeirós-Montes y Cerdedo-Cotobade totalizan 23.435 vecinos menores de 40 años, esto es, el 33,7% de los 69.402 habitantes. El grueso se concentra en la treintena, con 8.182 residentes, con preponderancia de los que están entre 35 y 39 años (4.561). La mayor parte de todos

ellos aún carece de protección frente al COVID-19. El porcentaje de población sin vacunar es mayor en Lalín, con un 37% de sus vecinos comprendidos entre 0 y 39 años (7.464), seguido de Silleda, con un 36,5% (3.235) y A Estrada, que roza el 35% (7.097). En el polo opuesto se encuentran Agolada, Forcarei y Dozón, en donde apenas queda el 25% de la población sin inocular, porcentaje equivalente a sus menore de 40 años: 575, 832 y 275, respectivamente. En Rodeiro son 665 vecinos por debajo de dicha barrera (27,7%), y 1.570 en Vila de Cruces y 1.722 en Cerdedo-Cotobade, ambos ligeramente por encima del 30%.

La vacunación continúa en el área sanitaria de Santiago, en la que ya se han administrado más de medio millón; en concreto, el pasado domingo iban 530.612, según los datos facilitados ayer por el Sergas. Son 251.260 las personas que tienen la pauta completa en esta zona sanitaria, en la que hay 391.386 mayores de 15 años con tarjeta sanitaria.

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