Los populares silledenses indican que quince días después de solicitar al gobierno local la dotación de medidas de seguridad en los arreglos de conexiones eléctricas la situación no solo no fue a mejor sino que empeoró, “aumentando el peligro para los vecinos”. Afirma que el alcalde, Manuel Cuíña, no solo no tomó nota de esta demanda sino que rebajó la ya escasa señalización de estas zonas de riesgo “con la única finalidad de que la gente no se de cuenta de lo que hacen, lo que es una auténtica negligencia”. “Es una tomadura de pelo para los vecinos, en vez de trabajar para garantizar la seguridad, lo que hacen es todo lo contrario y ya no pueden poner conos de señalización para que la gente los vea ni se percate de dónde hacen las chambonadas. Están más preocupados por tapar sus trapalladas que de trabajar por los vecinos”, dicen.

Su portavoz municipal, Ignacio Maril, dice que hay arreglos cubiertos por la maleza y que la situación empeoró porque se eliminaron todos los elementos de señalización y en casos a los ciudadanos no les queda más remedio que pasar por encima de aceras con cables al aire sin protección, “lo que supone un riesgo evidente en caso de tropezar con ellos”. Insta al mandatario a actuar en este sentido y a limpiar las aceras de la parroquia de Lamela, además de señalizar correctamente estas reparaciones “para evitar situaciones de riesgo como estas a los vecinos”.