Corría el año 1934 cuando Ángel Pereira quedó retratado en una foto para la memoria. El comandante estradense posa con su emisora de radioaficionado. Una imagen que capta todo un hito y que representa el primer paso de la radio en el municipio. Este es el episodio con el que el investigador Pedro Pérez comienza su libro Historia da radio na Estrada. La misma obra que fue presentada ayer en la Praza do Mercado, al amparo de uno de los programas radiofónicos más particulares que se recuerdan en A Estrada. Así es que, ante un público que fue variando a lo largo de la mañana, A Estrada se subió a la onda sobre las 11.00 horas. Ahí comenzó un programa especial en el que se repasó detenidamente la historia de la radio municipal y en la que participaron diferentes personas implicadas, a lo largo de los años, en las emisoras estradenses.
Diferentes emisoras
Desde aquella radio particular de Ángel Pereira hasta la emisora parroquial que se mantuvo en antena desde el 1958 hasta 1964. Según indica Pérez en su libro, es una de las emisoras mejor recordadas por los estradenses, puesto que en aquellos tiempos la televisión todavía era un artículo de lujo para muchas familias. A fin de cuentas, la radio era el medio más accesible para informarse y para entretenerse.
Luego vinieron otras radios, como la Cadena Radio Noroeste, Radio Compostela y Radio TV Zarabeto. Otras iniciativas que sirvieron para mantener sobre las ondas a los estradenses a partir de los años 80.
Sin embargo, el proyecto radiofónico que todos conocen y que ha continuado de manera ininterrumpida en los últimos años es Radio Estrada. Una emisora de éxito, popular en la localidad, que se mantiene en la onda desde principios de los 90 y que fue impulsada por la corporación municipal del momento, con los nombres de Manuel Somoza, Manuel Arca y Manuel Reboredo a la cabeza.
Los colaboradores en Radio Estrada
Pero ellos no son los únicos que resuenan, sino que en el libro publicado por Pedro Pérez se incluye una larga nómina de personas que participaron, de alguna y otra manera, en un proyecto tan ilusionante como fue dotar a A Estrada de su propia radio municipal. Y es que la ilusión se dejó sentir ayer en la Praza do Mercado, bajo un sol que acompañó la segunda jornada del San Paio e iluminó –todavía más– una mañana llena de emociones y recuerdos.
Los mensajes que lanzaron tanto los participantes como los conductores del programa es que la radio está muy viva. Y lo está gracias a quienes cada día deciden encender ese botón para dejarse llevar por la música y las palabras de quienes se encuentran al otro lado del micrófono. Esta es la única manera de que A Estrada siga viajando en la onda.
