Hace dos fines de semana, unas 10.000 palomas participaban en una carrera de sur al norte de Portugal (entre Algarve y Oporto), organizada por la Federación Portuguesa de Columbofilia. Las profundas tormentas que registró el país provocó que unos 3.000 animales se desorientase y acabasen llegando a distintos puntos de Galicia y Asturias.

Una de estas palomas extraviadas fue la que recaló en la parroquia agoladesa de Carmoega. Este lunes hizo parada en la casa de José Manuel Dopazo, que se encargó de cuidarla y alertó al alcalde, Luis Calvo, tras comprobar que llevaba una anilla en una de sus patas y que sirve para identificarla (lleva un número y la palabra ‘Portugal’) como parte de la competición. En la jornada de ayer, efectivos de Protección Civil se desplazaron hasta la vivienda de este vecino para recogerla. El Concello ya comunicó el hallazgo a la citada federación lusa, para poder devolver cuanto antes el animal a su verdadero destino.

En Portugal, la colombofilia está considerado como el segundo deporte nacional, de ahí que estos animales puedan adquirir precios tan desorbitados como los 4.000 euros por ejemplar en subastas de palomas y pichones.