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El COVID pasa factura al crecimiento sostenido de los dos tramos de la autovía A Estrada-Santiago

Las dos fases operativas de la AG-59 perdieron 2.536 y 1.886 vehículos diarios, respectivamente, en 2020 | En febrero del año pasado recorrían el primer tramo 13.530 coches al día, frente a los 3.988 del mes de abril

Uno de los tramos operativos de la AG-59, la autovía Santiago-A Estrada. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

La crisis sanitaria del coronavirus ha pasado factura al crecimiento sostenido que venían experimentando hasta la fecha los tramos operativos de la autovía pensada para ofrecer una conexión de altas prestaciones entre Santiago de Compostela y A Estrada, a la AG-59. Al igual que sucedió con la alternativa de comunicación por la carretera autonómica PO-841 –que pasa a designarse AC-841 al pasar Pontevea–, las limitaciones a la movilidad impuestas en el marco del estado de alarma y los confinamientos domiciliarios decretados para frenar el avance del virus se tradujeron en una caída en picado del número de vehículos que cada día hicieron uso de esta autovía en 2020, como refleja la última memoria de aforos publicada por la Xunta de Galicia. El tramo más próximo a Santiago –el de Os Tilos–, perdió una media de 2.536 vehículos diarios, mientras que el recorrido entre en enlace de Tras do Eixo con la CP-820 (conocido como tramo de Os Verxeles ) cedió 1.886 automóviles por jornada.

Primer tramo

En el tramo de la AG-59 que va desde Santiago hasta la conexión con la autopista AP-53 (Santiago Ourense), las fichas de aforo correspondientes el ejercicio 2020 conceden una Intensidad Media Diaria (IMD) de 10.762 vehículos, muy por debajo de los 13.298 que utilizaron este recorrido durante 2019. La pandemia rompió con la constante tendencia al aumento de la intensidad circulatoria de este tramo en particular y de la AG-59 en general. De hecho, el análisis de los cinco últimos años demuestra que a este bajón derivado de la crisis del COVID-19 se llega tras haber alcanzado en 2016 una IMD de 11.632 vehículos por jornada, que pasaría a 11.984 (2017), 12.265 (2018) y los 13.298 ya indicados y correspondientes a 2019.

Si se atiende a la evolución mensual todavía es más sencillo apreciar el fuerte impacto que tuvo la pandemia en la reducción del tráfico por este tramo de la AG-59. Solo por poner un ejemplo, antes de que se diese por iniciada la crisis eran 13.530 vehículos diarios los que realizaban este recorrido (el dato corresponde a febrero de 2020), mientras que en el mes de abril la cifra cayó hasta los 3.988 como directa repercusión del confinamiento domiciliario decretado desde mediados del mes de marzo.

Gran diferencia entre laborales y festivos

El hecho de que buena parte de los desplazamientos entre A Estrada y Santiago lleguen motivados por cuestiones académicas y laborables se refleja también en esta memoria de aforos. No en vano, la diferencia de la intensidad circulatoria entre las jornadas laborables y las festivas es mucho más acusada que en ejercicios anteriores. La media en días laborables –estos desplazamientos estaban justificados y autorizados durante el estado de alarma– en este primer tramo de la AG-59 fue de 12.607 vehículos diarios, mientras que las jornadas festivas la media cayó hasta los 5.596 automóviles diarios.

Por su parte, el tramo designado como Enl. Tras do Eixo (AG58)-Enl. CP-8201 totalizó un tráfico diario de 7.953 vehículos, 1.886 menos que en el ejercicio precedente. La cifra supone también una ruptura con la tendencia alcista que venía arrastrando en los cinco últimos años, con 8.8841 vehículos diarios en 2016, otros 9.014 en 2017, los 9.491 de 2018 y los 9.839 que, como media, le correspondieron en el año 2019.

También en este segundo tramo se aprecia una marcada diferencia entre las jornadas laborales y las festivas, con medias de 9.333 vehículos diarios frente a 4.161, respectivamente. Antes que comenzase la pandemia en España, este tramo de la autovía A Estrada-Santiago registraba una IMD de 9.783 vehículos por día (el dato de febrero de 2020), mientras que la llegada de la crisis y las limitaciones de la movilidad decretadas redujo este tráfico a 3.083 automóviles por jornada.

Prolongación

En relación a la prolongación de esta autovía, la Xunta de Galicia apostó por tramitar de forma conjunta las dos próximas fases de esta obra, cuestión que situaría el vial en O Rollo (Santa Cristina de Vea), salvando el embotellamiento que se auguraba si la prolongación terminaba en Pontevea. Los presupuestos autonómicos dieron ya cabida al proyecto, consignando 4 millones de euros para terminar las expropiaciones y avanzar en la licitación de las obras. Las previsiones de gasto para los próximos ejercicios contempladas ya por los presupuestos cifran en sendas partidas de 8 millones la inversión que la consellería proyecta realizar en los ejercicios 2022 y 2023 para darle continuidad a la infraestructura con un segundo tramo de 4 kilómetros que desembocaría en una glorieta a nivel sobre la carretera PO-841, a la altura de la recta de subida desde O Rollo hacia A Estrada. Asimismo, la previsión de la Xunta para por completar la inversión precisa para ejecutar los 7,5 kilómetros del trazado entre A Ramallosa y O Rollo consignando 30 millones de inversión entre 2024 y los años siguientes.

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