La Asociación Fillos e Amigos da Estrada recuperó ayer su reunión anual de confraternidad, un encuentro que se celebra cada año en la antesala de las fiestas patronales de San Paio y que en 2020 tuvo que ser suspendido por la crisis sanitaria. Sin embargo, realizando algunos cambios, el colectivo pudo recuperar este año la celebración, aunque tuviese que ser en pequeño formato. El evento estuvo cargado de simbolismo y de abrazos que no se dieron, pero sí se sintieron entre aquellos que, como decía el fundador y presidente vitalicio de la asociación, Alfonso Varela Durán, se reúnen por estas fechas para compartir lo que tienen en común: hacer de A Estrada su principal bandera.

Público asistente. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Este año fue necesario suprimir la recepción oficial en el consistorio, la concesión de los tradicionales galardones de oro y plata así como la cena de confraternidad. Aun así, la cita congregó en la alameda municipal a estradenses de nacimiento o amistad. Al mediodía, el sonido de las gaitas ambientó la llegada de todas las personas invitadas, pasando después a la realización de una ofrenda floral ante el monolito que recuerda a Marcial Valladares, honrando también a los integrantes de la asociación que ya no están, como es el caso de José Pérez Fraíz, Alfonso Varela Durán, Olimpio Arca Caldas o Luís Reimóndez Fernández.