Estela Rodríguez no usa palabras, más bien notas musicales. El talento corre por sus venas. O, al menos, eso parece. Aunque es natural de Ourense, esta joven de tan solo 13 años forma parte de la Banda de Lalín. Y su éxito parece estar asegurado. Acaba de recibir el tercer premio de un concurso internacional de clarinete. Fue su profesor particular, el lalinense Xocas Meijide, el que la animó a que se presentase al Thailand International Competition.

“Me parece muy interesante que se celebren estos concursos porque, para mí, es una motivación para el estudio”, dice la clarinetista ourensana. De hecho, la preparación se la tomó muy en serio. Estuvo seis meses ensayando la obra que presentó a concurso –este año en formato online debido a la pandemia–. Luego fue a hacer una serie de grabaciones a A Coruña hasta que escogió el vídeo que resultó ganador. Se lo envió al concurso y el resto es historia.

Más premios

Pero esta joven, que lleva seis años tocando el clarinete inspirada por sus padres, ha recibido más premios. Su habilidad con el instrumento le ha servido para conseguir la mención de honor en el Concurso de Clarinete de la Ciudad de Ourense. Además, también consiguió el tercer premio en otro certamen online que se convocó en Orihuela.

La Banda de Lalín es su fuente de inspiración y de formación. Aunque en realidad ella cursa sus estudios en el CMUS de Ourense. De hecho, su vinculación con la música es lo suficientemente potente como para querer seguir por este camino. “Mi idea es seguir dedicándome a la música y conseguir el grado superior”, dice Estela. Aunque esa no es su única vocación y explica que le gustaría ser profesora en el futuro. Pese a su juventud, esta clarinetista parece tener muy claro cuáles son sus pasos a seguir.

La música como inspiración

Desde luego, la música inspira. Al menos a Estela. Con su tercer puesto de la categoría B2 del concurso tailandés consiguió un diploma de participación y una caña para su clarinete. El mismo instrumento en el que se lleva formando más de un lustro y que llegó a su vida de casualidad. Y es que, en ocasiones, las mejores cosas no se esperan.

Estela se seguirá formando, con su clarinete bien asido con la mano. Puede que también continúe cosechando éxitos y explotando el talento que cultiva entre el CMUS de Ourense, la Banda de Lalín y sus clases con Xocas Meijide. Lo que está claro es que, con solo 13 años, ha demostrado tener una mágica sinergia con su clarinete.