La tecnología está invadiendo el espacio de las personas hasta el punto que para muchas tareas cotidianas las máquinas han suplantado la labor de los trabajadores. Un dispositivo móvil nos faculta para realizar múltiples gestiones sin necesidad de pasar por la ventanilla de una administración pública o, en el caso de una vía de alta capacidad, pagar un desplazamiento sin detener nuestro vehículo. Los empleados de las cabinas de peaje en las autopistas se están reduciendo a la mínima expresión por decisión de las concesionarias de avanzar en los procesos de digitalización de los cobros a sus clientes.
Uno de ellos es el conocido como telepeaje; un dispositivo que se coloca en el interior del vehículo que detecta nuestros movimientos por la red de infraestructuras viarias de pago y nos carga el importe de cada desplazamiento en nuestra cuenta bancaria. El también conocido popularmente como OBE [por su acrónimo en inglés On Board Equipment] está cada vez más implantado hasta el punto de que las empresas concesionarias aplican bonificaciones en los viajes a los usuarios que dispongan de este dispositivo. La AP-53 [junto con una vía de circunvalación en Alicante] es la única de la treintena de autopistas del Estado que no aplica descuentos en este sentido y opera con unas únicas tarifas. Sin ir más lejos, la AP-9 es una vía de alta capacidad que cruza Galicia de norte a sur y, antes del reciente anuncio del Gobierno central ya contemplaba en sus tarifas bonificaciones del 25% en el viaje de retorno para vehículos ligeros que hiciesen el desplazamiento de ida y vuelta en el mismo día laborable si disponen de telepeaje. Y para el tramo Pontevedra-Vigo el desplazamiento de vuelta es gratuito. Ya partir del próximo mes, según avanzó el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en un encuentro reciente con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el trayecto de vuelta, si se hace en el mismo día que la ida (24 horas), será gratis para todos los turismos con dispositivo electrónico a bordo y durante todos los días de la semana. Pero además los usuarios frecuentes, aquellos que hagan más de 20 viajes al mes, tendrán una bonificación extra: pagarán también un 20 por ciento menos en la ida. Un usuario que circule ahora por la AP-9 entre Vigo y Santiago paga 17,5 euros ida y vuelta –incluyendo el descuento que existe en la actualidad del 25 por ciento en el trayecto de retorno en días laborables–. A partir de verano abonará solo 10 euros y si hace más de 20 recorridos al mes solo le costará 8 euros, es decir, se ahorrará hasta 9,5 euros, incluyendo los fines de semana y festivos.
En la AG-55 (A Coruña-Carballo) los descuentos oscilan entre el 25 y el 50% del precio base. Las mismas bonificaciones aplica, en este caso también la Xunta como titular de la vía, a los usuarios de la AG-57 (Puxeiros-Val Miñor).
En el resto de las vía de alta densidad de pago españolas las bonificaciones rondan entre el 15 por ciento y la gratuidad en función de variables, que en la mayor parte de los casos, suelen premiar a los desplazamientos efectuados en el mismo día. En alguna de las radiales de Madrid hay desplazamientos gratuitos por las noches o del 55%. En una autopista más o menos próxima como la León-Campomanes el descuento alcanza el 50% sobre la tarifa básica en comunicaciones mensuales.
Fraude
Retomando la vía que comunica Santiago de Compostela con Deza, además de que su concesionaria no aplica bonificaciones por pago con telepeaje, en los últimos años los cobros irregulares con este dispositivo han sido una constante. Hace una década FARO desvelaba que Acega estaba desoyendo desde al menos tres años antes las advertencias de los trabajadores sobre cobros abusivos por deficiencias en este mecanismo. Así, había usuarios que pagaban lo mismo por la conexión entre la capital de Galicia y Silleda y Lalín, cuando entre la salida de Trasdeza y la primera de la capital dezana hay unos 8 kilómetros que muchos conductores siguen evitando para no pagar los 2,5 euros que cuesta ahora el viaje entre las dos localidades dezanas.
Y hace ahora un par de años volvían a trascender públicamente más cobros irregulares a clientes que veían como en sus cuentas bancarias les llegaban dos o tres cargos por un solo desplazamiento. Tras la intervención del ministerio, la empresa adujo que se trataba de deficiencias técnicas en estos sistemas y reintegró a los usuarios el dinero cobrado de más.
