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Los contratos de trabajo se desploman un 38% durante el primer año de la pandemia

El mayor descalabro se produce en los servicios, con 6.900 acuerdos menos respecto al ejercicio anterior | El agro y la construcción son los sectores que mejor han resistido

La hostelería fue uno de los sectores más castigados. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

El frenazo a la actividad económica que supuso la pandemia sanitaria se constata con un indicador demoledor: los contratos de trabajo registrados durante 2020 respecto a un año antes. Los datos oficiales nos muestran como los acuerdos laborales cayeron casi un 38%, con el sector servicios como principal damnificado. Si durante 2019 habían sido en las comarcas 20.149 los contratos suscritos, el pasado curso se cerró con 12.535.

Ninguno de los principales sectores productivos se libra de esta contracción de la economía, pero sin duda hubo algunos que sobrellevaron mejor la crisis. La construcción se mantiene como uno de los agitadores de la economía y en este balance solo resta medio centenar de contrataciones respecto a las 1.134 del balance anterior. Respecto al agro, la caída ha sido del 8% sobre los 764 contratos del último año prepandemia. Ahora nos centramos en los dos sectores más damnificados. La industria movilizó el pasado curso un total de 1.617 acuerdos laborales; un dato que queda bastante lejos de los 2.207 que la administración autonómica constata que hubo doce meses antes, es decir, estamos hablando de una caída del 26%. Si estos números parecen llamativos, el desplome más alarmante en las contrataciones se dio en los servicios, donde de algo más de 16.000 se pasó a 9.134.

Lalín despidió el año con 4.223 contrataciones (2.050 menos) y las 3.623 de A Estrada fueron 2.779 menos en un año. Silleda pasó de 3.210 a solo 1.835 y Vila de Cruces, de 3.210 a 826. Rodeiro restó 69 sobre 583 y Agolada mantuvo 293 respecto a las 703 del balance anterior. Forcarei rebajó su registro de acuerdos laborales en 237 casos, quedándose en 436 y Cerdedo-Cotobade pasó de 1.097 a solo 641. Sobre los contratos iniciales hay que indicar que ni siquiera cinco de cada cien fueron indefinidos. Si observamos los datos de los cinco primeros meses del presente año se aprecia una evolución positiva, al menos en la reducción de la temporalidad. Las contrataciones indefinidas suponen algo más del 6% sobre el total de 5.715 acumulados entre enero y mayo pasados.

Universitarios

La inserción laboral en tiempos convulsos también repercutió en los más formados y las contrataciones entre los universitarios se contrajeron un 20 por ciento. Sirva como ejemplo Lalín, que de más de medio millar de altas pasó a 469.

Caída en picado del empleo en la hostelería

El sector de la hostelería representa en torno al 4,5% del Producto Interior Bruto gallego y sus cerca de 21.00 establecimientos dan trabajo a 67.000 personas. Este gremio comienza a ver la luz al final del túnel después de meses de cambios normativos, verjas que subían y bajaban en función de la situación clínica y numerosas vicisitudes. La crisis de la hostelería en Deza y Tabeirós-Montes se constata con el descenso de más del 40% en contrataciones de camareros, cocineros y ayudantes de cocina. Así lo indican los datos oficiales de la Xunta y, en concreto en el informe del año pasado elaborado por el Instituto Galego das Cualificacións. En estos tres segmentos de inserción laboral se formalizaron, en 2020, un total de 1.138 contratos, frente a los 1.984 del año anterior. Y no conviene perder de vista que hasta marzo el COVID-19 no formaba parte de nuestra realidad cotidiana. En Deza se cerraron 545 contratos a camareros y otros 326 en la vecina Tabeirós-Montes, cuando en 2019 habían sido 908 y 610 respectivamente. Son casi 650 menos. Los cocineros también se han resentido por esta crisis, con medio centenar menos de altas laborales que el año anterior. De 169 –112 en Deza y 57 en Tabeirós- Montes– se pasó a 71 y 45 acuerdos en cada comarca.

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